La fuerza de la marca PSOE

Desde un principio el PSOE andaluz, seguro de la fuerza electoral de la marca del partido, apostó por los referentes más emblemáticos para candidatos -además de por repetir con los actuales alcaldes de Sevilla, Almería y Granada- como mejores bazas para lograr el objetivo de lo que en lenguaje coloquial llaman 'espantar gaviotas', que no es otra cosa que arrebatar al PP todas las alcaldías posibles. Una vez que las consejeras de Cultura y de Economía, Carmen Calvo y Magdalena Álvarez, declinaron ser los carteles de Córdoba y Málaga, los socialistas han intentado nominar candidatos de consenso en estas dos ciudades. En la primera ha sido posible, pero en la segunda, no.

José Mellado, teniente de alcalde de la izquierdista Rosa Aguilar, se presentará por tercera vez en Córdoba con el beneplácito de las agrupaciones locales. En el caso de que, como apuntan las encuestas que se conocen, el PP saque más votos pero no alcance mayoría absoluta, la renovación del pacto IU-PSOE está garantizada.

En Málaga, la aspiración del PSOE es que los populares pierdan la mayoría y conformar gobierno junto con IU. No obstante, se han encontrado con un primer obstáculo: unas fratricidas elecciones primarias. El actual portavoz municipal, Francisco Oliva, que ganó las primarias hace cuatro años, no mantiene una buena sintonía con la actual dirección, que encabeza Marisa Bustinduy. Oliva ya había anunciado su propósito de repetir y Bustinduy intentó pactar con los 12 secretarios de las agrupaciones locales un candidato de consenso, que finalmente no apareció, por lo que ella misma decidió ser candidata.

Poder orgánico

Cinco de los secretarios de agrupación apoyan a Oliva, que tiene como principal valedor al ex secretario provincial y actual vocal en la ejecutiva federal, José Asenjo. El resultado de las primarias podría desencadenar un nuevo conflicto por la disputa del poder orgánico y, de paso, en el propio grupo municipal, toda vez que Bustinduy es también concejal y sólo tiene el apoyo de dos ediles, mientras que los otros cinco se han alineado con el portavoz.

Aunque formalmente los socialistas proclaman que las elecciones primarias son la 'fiesta de la libertad', la consigna ha sido evitarlas en lo posible primando el acuerdo, conscientes de que, a la postre, lo que se transmite al electorado es una sensación de conflictividad. En Huelva, al portavoz municipal José Juan Díaz Trillo le ha surgido una competidora de última hora, Maite Largo, quien, no obstante, cuenta con escasas posibilidades de salir elegida. El tirón del actual alcalde, el popular Pedro Rodríguez, hace albergar mínimas esperanzas de quebrar su mayoría, al igual que ocurre en Cádiz con Teófila Martínez, también presidenta del PP. Ambos son los alcaldes más votados de España en capitales de provincia (Martínez está en primer lugar) y nadie duda de que repetirán.

Sin embargo, en el caso de Cádiz, el PSOE hace una especial apuesta con Rafael Román, presidente de la Diputación, tras la petición personal del secretario general de los socialistas andaluces, Manuel Chaves. Después de anteriores candidaturas de escaso peso, el PSOE espera que Román reste un puñado de concejales a la candidata popular.

Pactos

Para Jaén se pretende la misma operación que en Málaga, ciudad en la que Miguel Sánchez Alcázar (PP) cuenta con mayoría absoluta, aunque raspada (14 concejales frente a 11 del PSOE y dos de IU). La posibilidad de que el PA, que se quedó en las elecciones a 200 votos de lograr concejal, se sume a un gobierno tripartito es otra de las bazas. Tras un cierto tira y afloja, los socialistas jiennenses han evitado las primarias al nominar a Marcos Gutiérrez Melgarejo, que había perdido las primarias en los anteriores comicios frente a Juan Torres.

En Almería y Granada la estrategia es aumentar el respaldo a sus alcaldes, Santiago Martínez Cabrejas y José Moratalla, que gobiernan en coalición con IU, en el primer caso, y con IU y PSA, en el segundo. Aunque Martínez Cabrejas es el candidato 'indiscutible', la composición de la lista está costando algo más que sudores. Moratalla no tiene rival desde que se hizo con la alcaldía en 1999 para sorpresa incluso de muchos afiliados socialistas.

El alcalde de Sevilla, el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, aborda su reelección en el mejor de los escenarios: esta vez no se medirá ni con Soledad Becerril ni con Alejandro Rojas-Marcos. Ni siquiera estará el hasta ahora cartel de IU, Luis Pizarro. Encuestas del PSOE le señalan bien colocado (dos o tres concejales más) y con el respaldo de la marca del partido, de gran incidencia en Sevilla. La dirección regional le ha recomendado que afiance la gestión diaria y su perfil más amable y, por el contrario, evite enfrascarse en polémicas y apuestas arriesgadas que durante su mandato han menoscabado su imagen personal.