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CARTAS AL DIRECTOR | CARTAS AL DIRECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Condenado a leer a Bécquer

El juez de la Audiencia de Toledo José María Losada condenó el pasado 9 de mayo a un joven de 19 años a realizar trabajos para la comunidad por tiempo de 52 horas. De acuerdo con los representantes de Bienestar Social, la condena se ha cambiado por la pena educativa (sic) de leer el libro Rimas y leyendas, de Gustavo Adolfo Bécquer, así como resumir lo leído y entregarlo al juzgado.

¿Se debe utilizar la literatura como un castigo? Alguien debería explicarle a su señoría que lo que está en juego es la experiencia emocional e intelectual que el libro propone, que la productividad del texto literario se sitúa en el choque de nuestro imaginario con realidades ficticias. Habría que evitar que el juez siga haciendo usos tan raros de la literatura. A lo mejor es de los que creen que el autor traspasa a su ficción sus propias experiencias. Qué quiere que detecte el joven penado en las Rimas, que el autor era un irredento aficionado a la prostitución, con sífilis incluida, o que por dinero se convirtió en un vocero ideológico de los conservadores de la época.

En un tiempo en que los profesores de Literatura del bachillerato han perdido su asignatura en beneficio de otra que se llama Lengua Castellana, podríamos pedir destino profesional en las magistraturas para asesorar sobre la correcta relación de penas y obras. Por ejemplo: si el señor Mario Conde resultara finalmente condenado se le podría permutar su pena por la lectura íntegra de El capital, de Marx, con los comentarios de Lenin, Stalin y Mao Zedong, y además realizar los ejercicios previstos por Marta Harnecker para comprobar la finura de su entendimiento marxista. Si no aprueba, que siga en la cárcel. Al señor Jesús Gil y Gil le impondría la lectura completa de Cándido y el Tratado sobre la

tolerancia, de Voltaire ambas, en la edición de Austral, y por supuesto, que hiciera con buena letra los ejercicios escolares que tienen como apéndice. Al señor alcalde de Ponferrada y su fiscal jefe -a ambos-, la lectura y memorización del libro de Simone de Beauvoir El segundo sexo. En fin, no sigo.

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