Los policías acusan a la Guardia Civil de entrometerse en sus acciones contra ETA

Los seis sindicatos del Cuerpo Nacional de Policía, a los que están afiliados 53.000 de los 62.000 agentes (48.000 en activo), acusaron ayer a la Guardia Civil de haber 'desbaratado' con su 'injerencia' la operación contra el comando Madrid, lo que habría dejado parte de la infraestructura etarra 'indemne'. La nota sindical dice que los servicios de Información del instituto armado se dedican al 'seguimiento y control' de sus compañeros policías, 'dada la actuación sistemática y persistente' contra sus acciones antiterroristas. La Guardia Civil negó ayer la acusación: 'Es falso. Sin más comentarios'.

La nota suscrita por el Sindicato Unificado de Policía (SUP), el Sindicato Profesional de Policía (SPP), el Sindicato Profesional de Policía Uniformada (SPPU), el Sindicato de Comisarios de Policía (SCP), la Asociación Nacional de Policía (ANP) y la Unión Federal de Policía (UFP) cayó como una bomba. Fue distribuida mientras Mariano Rajoy, ministro del Interior, se reunía por separado con los jefes de la lucha antiterrorista de la policía, el comisario Jesús de la Morena, y de la Guardia Civil, el general José Manuel García Varela, y con el secretario de Estado de Seguridad, Pedro Morenés.

Rajoy quería conocer la versión de los hechos de cada uno. 'No hubo descoordinación, ésa es la verdad. Quizás exceso de celo. Pero se ha analizado y se tomarán las medidas que se crean necesarias. Además, la operación salió bien', según Interior.

La nota, que habla de espionaje 'sistemático y persistente', señala que el instituto armado supo de la existencia de la ubicación y de que estaba bajo vigilancia 'por cumplir la policía el protocolo e informar [de ello] al general de la Guardia Civil en la reunión de coordinación presidida por el secretario de Estado de Seguridad'. Las centrales subrayan que la policía ha sufrido esta injerencia 'en ocasiones anteriores'. Las fuentes consultadas recordaron que ya hubo problemas similares en la captura de la cúpula de los GRAPO en París (en noviembre de 2000) y en la del supuesto tesorero de Al Qaeda en Barcelona, Ahmed Brahim (el 14 de abril último).

Las centrales dicen que esta injerencia ha dejado 'indemne' la estructura de ETA en Madrid, y agregan: 'Nadie podrá evitar que en el caso de un atentado en Madrid nos preguntemos si habría sido posible evitarlo sin la interferencia en el servicio policial que tan gravemente ha perjudicado a la investigación'. Por ello piden a Rajoy que depure responsabilidades.

La Guardia Civil niega la acusación. 'Es rotundamente falso. No vamos a entrar en eso. Sin más comentarios', aseguraron en la Dirección General. Pero otros medios del cuerpo fueron más allá: 'Es gravísima la acusación, ¿se han vuelto locos los sindicatos?', se preguntaban. Los responsables de la policía se desvincularon de la nota sindical.

Las fuentes consultadas coinciden en que nada se puede reprochar a los agentes que estaban a pie de obra, subrayan que ambas partes hacían su trabajo bajo supervisión de Morenés y sugieren que la cadena de mandos de la Guardia Civil o fue lenta al transmitir la orden del secretario de Estado de retirarse de Vallecas o que fue desobedecida. El portavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC-Coproper), Manuel Mato, culpó 'del profundo fiasco de la descoordinación' a Morenés, informa Servimedia.