Sanidad pagará a un paciente que tuvo alojado un trozo de catéter

La Consejería de Sanidad deberá indemnizar con 17.692 euros (alrededor de tres millones de pesetas) a un paciente que, tras una intervención en la Unidad de Cuidados Intesivos (UCI) del Hospital de Sagunto tuvo alojado en su cuerpo durante 19 días un resto de catéter que el médico olvidó extraer. Así lo establece una sentencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), cuyo tribunal de la sección tercera de la sala de lo Contencioso-Administrativo ha estimado el recurso contra la resolución de Sanidad que estableció una indemnización 6.000 euros menos.

En el fallo, el tribunal considera que ha quedado probado que el paciente sufrió 'un agravamiento de su estado de salud como consecuencia de la rotura del catéter, permaneciendo ingresado en la UCI entre los días 23 de abril y 15 de mayor de 1992', así como el tiempo que lo tuvo alojado, 19 días. El paciente ingresó en el centro hospitalario en la UCI, le fue colocado el catéter tras una intervención quirúrgica y en la maniobra de extracción se rompió, olvidando el facultativo el resto en el interior de una vena.

Y añade que la responsabilidad patrimonial en este caso corresponde a la Administración Pública, ya que lo ocurrido se deriva de un mal funcionamiento de los servicios públicos.

Los tres magistrados del TSJ explican en la sentencia que el paciente no tiene derecho a una indemnización por secuelas de tipo cardíaco y óseo. Pero la sala estima la petición de indemnización para compensar 'al margen de los días de baja, el daño psicológico sufrido como consecuencia del agravamiento de su estado físico'.

La diferencia entre la indemnización que aprobó Sanidad en 1997 por unos hechos ocurridos en 1992 ha quedado establecida en 6.000 euros más a favor del paciente, lo que fija la compensación final en 17.692 euros más los intereses legales desde que se presentó la demanda. El TSJ valida su decisión con jurisprudencia del Tribunal Supremo y entiende que la indemnización se establece tras 'la apreciación conjunta, racional y prudente de todos los datos aportados'. Por ello, considera que la primera decisión de Sanidad no se basó en esos preceptos.