El Instituto Geográfico ultima el mapa digital de España en 3-D
La descripción detallada de todo el territorio estará terminada en algo más de un año y será más precisa que la de cualquier otro país europeo
En un año podremos recorrer la geografía de España dentro del ordenador, descrita con detalle y con una perspectiva inmejorable. El mapa tridimensional, modelo digital del terreno en argot técnico, que describe España a escala 1:25.000 ha sido terminado por el Instituto Geográfico Nacional (IGN). Un centímetro sobre el mapa representa 250 metros sobre el terreno, es la escala más precisa que cubre el territorio español (el doble de la habitual en el callejero de una ciudad).
Las irregularidades orográficas, vaguadas y colinas de la península y las islas han sido digitalizadas. Sólo falta etiquetarlas y situar cada detalle en su sitio: poblaciones, ríos, caminos, etc., información que se recoge en la Base Cartográfica Numérica, una especie de oráculo al que se puede preguntar, por ejemplo, cuál es el punto de una provincia más equidistante de núcleos de población. 'De momento hay un 40% del territorio recogido en la guía cartográfica', explica Antonio Rodríguez, jefe de servicio del IGN. A finales de 2003 se habrá terminado.
El IGN comenzó a arrumbar los mapas en papel para pasarlos al formato digital en 1992. Las cartas digitales que elabora son más precisas que las de cualquier país con las dimensiones España, dice Rodríguez.
En un monitor del centro, un técnico muestra un mapa que describe la isla de La Palma. Sobre un fondo negro una malla de finas líneas ondulada hace emerger un paisaje tridimensional. Al orientar la perspectiva puede otearse a vista de pájaro cómo varía el paisaje y aparecen partes que estaban ocultas por un macizo.
La mezcla de datos
Pero las hojas del modelo digital vienen crudas, sin la descripción detallada. Si junto con la hoja con el modelo digital se utiliza la información cartográfica se tiene un mapa tridimensional con la información del terreno: caminos, ríos, núcleos de población, picos... Un software se encarga de mezclar los datos, 'ya hay usuarios que lo hacen, se puede sacar mucho jugo a esta información', dice Rodríguez. Hidroeléctricas, gobiernos regionales u organismos de gestión hídrica lo utilizan.
Tras el cibermapa se esconde una matriz de números ordenados por filas y columnas. La primera fila y la primera columna dan la posición del punto buscado. El dígito en el que convergen es su altitud, con una precisión de tres metros. Una docena de programas (como Microstation o Scop) permiten visualizar el modelo. Pese a tanto detalle el medio millón de kilómetros cuadrados de España caben en 12 CD que almacenan las 4.200 hojas, de 10 por 15 kilómetros, con las que se tesela el territorio.
'Los profesionales cada vez usan más el formato digital', cuenta Javier Lumbreras, responsable del modelo digital del terreno, que describe el caso de las operadoras que utilizaron estos mapas para trazar la red de sus antenas. 'El Centro Nacional de Información Geográfica facturó el año pasado más con estos productos que en formato tradicional. Cada hoja cuesta unos 190 euros, la información cartográfica detallada tiene un precio similar', dice Lumbreras.
