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Crítica:JUEGOS
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Demonios japoneses

El jugador debe rescatar a una princesa raptada por un señor de la guerra llegado de entre los muertos

La historia y leyendas del Japón feudal son una fuente de inspiración para los videojuegos. La saga Onimusha lleva tres entregas bebiendo de este caldo con buenos resultados de ventas: realizaron la continuación de un juego que se suponía entrega única ya que vendió más de un millón de unidades en sus primeros días de vida.

Año 1560. El señor de la guerra Yoshimoto Imagawa quiere unir el desmembrado Japón con la ayuda de las armas y proclamarse soberano. La noche antes del ataque a Kyoto, capital del territorio, su poderoso ejército acampa en la llanura de Okehazama en Owari. Podía haber sido una decisión fútil, sin embargo cambiaría el destino de Yoshimoto y Japón para siempre. Un ejército de 2.000 hombres dirigidos por Nobunaga Oda sorprendieron a las tropas de Imagawa, que fueron derrotadas y expulsadas. Imagawa fue asesinado. Nobunaga también pereció mientras celebraba la victoria. La secuencia de vídeo que inicia el juego muestra la batalla generada con gráficos de ordenador con un nivel de detalle tan exquisito que mereció el primer premio en el festival de arte digital Siggraph. Esto da idea de la perfección que Capcom aplica a sus juegos. Genma Onimusha ha contado con la New Japan Philarmonic Orchestra para grabar la banda sonora, compuesta por Akemi Samuragouchi.

'Genma Onimusha'

Desarrolla: Capcom Distribuye: Capcom Plataforma: Xbox Género: Acción Recomendado: + de 13 años Precio: 70 euros Internet: www.capcom.com

Tras la batalla de Okehazama empiezan a suceder desapariciones en el castillo de Inabayama, según cuenta la princesa Yuki a Samanosuke Akechi. Cuando éste decide visitarla, Yuki es raptada por Nobunaga Oda, quien ha vuelto de entre los muertos acompañado por demonios japoneses, los Onimusha.

El jugador se convierte en Samanosuke con la misión inicial de rescatar a la princesa Yuki. El control sobre el protagonista lo ejercerá en tercera persona mediante cámaras fijas situadas en puntos estratégicos de los escenarios. Los personajes, realizados en 3-D con miles de polígonos, tienen un elevadísimo nivel de detalle. Algo similar sucede con las zonas por donde transcurre la acción, pero con la diferencia de que son escenarios fijos generados previamente por ordenador y no entornos 3-D.

Samanosuke debe aprender el arte de la lucha con espada mientras avanza para liberar a Yuki. El protagonista posee capacidad para realizar distintos golpes y defenderse con el acero. Las habilidades mejorarán a medida que triture a los demonios y capture sus almas. Representadas con colores, las almas pueden servir para mejorar las distintas espadas, restaurar la salud o convertirse en invulnerable por unos segundos. Las almas son un bien preciado y habrá que pelear por ellas en demostraciones de fuerza contra otros demonios: si las capturan ellos se convierten en bestias más peligrosas. Samanosuke encontrará hierbas reparadoras, gemas que le otorgarán nuevos poderes y mapas guía.

Es una lástima que una historia tan interesante no esté traducida ni doblada al castellano cuando el mismo disco permite elegir entre inglés, francés o alemán. Peor aún que esto no se indique en la caja del juego. Si Genma Onimusha es una reedición mejorada del Onimusha Warlords de PlayStation 2, era de esperar que Capcom hubiese mejorado también la adaptación a distintos idiomas como ha mejorado otros aspectos de la versión original.

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