Leguina renuncia a ser candidato a la alcaldía para evitar la división del PSOE
El ex presidente regional hace reproches a la dirección socialista, y ésta alaba su gesto
Joaquín Leguina, ex presidente de la Comunidad de Madrid, diputado del PSOE y hasta ayer posible candidato a la alcaldía de Madrid, renunció ayer a esa aspiración para 'no servir de causa de división de los socialistas' y para que 'nadie pueda interpretar que hay una confrontación personal con Trinidad Jiménez', la persona propuesta por las ejecutivas -regional y federal- del PSOE. Leguina, en una carta dirigida a los militantes de Madrid, reprocha al secretario federal de Organización, José Blanco, que le engañara. Éste, en cambio, alabó su decisión.
Leguina reconoció ayer que es incapaz de luchar contra el aparato de la dirección socialista. Y presentó su renuncia a competir con Trinidad Jiménez, responsable de Política Internacional del PSOE y candidata de las ejecutivas federal y regional. Solo, sin apoyo ni siquiera simbólico de la dirección madrileña, Leguina compareció ante los medios para dar por cerrada una batalla que seguramente siempre supo perdida.
Pero no estuvo amargo. No perdió ni por un momento su buen humor. Votará a Trinidad Jiménez, dijo. Y explicó que no podía luchar contra una decisión que le desbordaba. Decidió que, aunque contaba con los avales suficientes [1.200 firmas de militantes], era mejor abandonar por más que las encuestas manejadas por los socialistas le dieran, según él, como claro ganador frente a su compañera. Los años 'no son un aval de nada', afirmó. Pero, sobre todo, no quería aparecer dando argumentos a la derecha.
'Mantener mi candidatura sólo hubiera servido para dividir a los socialistas madrileños. Y en esas circunstancias prefiero dejarlo', aseguró. Luego subrayaría que el censo que el secretario de Organización, José Blanco, le había entregado era incompleto, que en él no se recogían los teléfonos de los militantes, que se lo dieron 'en papel', y que su candidatura se encontraba en 'franca desventaja' respecto a la de su compañera de partido.
'Amables palabras'
Pero apenas hurgó en la herida. Tuvo ayer Leguina palabras de elogio hacia Jiménez, y otras de agradecimiento a la Ejecutiva de la Federación Socialista Madrileña (FSM), que 'tan amables palabras' había tenido hacia su persona. Lo cierto es, sin embargo, que Leguina estuvo sólo acompañado por sus incondicionales -amigos personales en su mayoría- y que hasta su nota de prensa hubo de prepararla él mismo (folio en blanco sin logotipo del PSOE).
Lo que no dijo en la conferencia de prensa sí se lo está contando a los militantes en carta personal a la que ha tenido acceso este periódico. No es una misiva insultante. Pero sí muestra su dolor y su rechazo hacia las prácticas seguidas por la ejecutiva federal para dejarle fuera de la carrera hacia la alcaldía de Madrid.
En su escrito, Leguina desvela que un lunes de otoño del pasado año el secretario de Organización, José Blanco, le llamó para informarle de la estrategia que iba a seguir el partido socialista con vistas a las elecciones locales y autonómicas de 2003. Y cuenta que Blanco le aseguró que, antes de tomar cualquier decisión, la estudiarían con él y con miembros de la ejecutiva regional. Leguina relata en su escrito cómo el propio Blanco le pidió discreción para 'no abrir melones antes de tiempo'.
El problema es que tres días después se publicó en la prensa que la candidata de la ejecutiva federal era Trinidad Jiménez. Cuenta Leguina su pasmo y su decepción por una decisión que la dirección federal no podía tomar. Y reconoce que, una vez que la ejecutiva regional la hace suya, ya no tiene sentido seguir intentando ser candidato. 'Competir con Trinidad Jiménez aparecerá inexorablemente ante la opinión pública como un enfrentamiento mío con dicho órgano político [la ejecutiva regional], lo cual es algo que no deseo que ocurra'. Leguina también hace referencia en su carta a la nueva candidatura de José María Mendiluce a la alcaldía de Madrid, que, en su opinión, servirá para dispersar a la izquierda.
Ayer mismo, José Blanco se congratulaba por la decisión del que fuera presidente regional. El secretario de Organización interpretó la decisión de Leguina como una prueba de 'la unidad de la Federación Socialista Madrileña', y aseguró que ello fortalece la oferta electoral del PSOE. Por su parte, Trinidad Jiménez quiso resaltar 'la generosidad y la talla política y personal' de Leguina, que con su retirada la deja a ella como única aspirante socialista a la alcaldía.
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