La juez cita 10 meses después al técnico que denunció a Gescartera
El cura Bonilla, al que se imputaban las minusvalías, declara hoy
David Vives, ex director de Supervisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores que destapó el fraude en Gescartera y lo denunció a sus superiores, ha sido citado a declarar diez meses después de destapado el fraude. La juez Teresa Palacios lo ha convocado como testigo para el jueves. Para mañana está citado el cura Teodoro Bonilla, la persona sobre la que se cargaban las minusvalías de las operaciones de la entidad.
David Vives ocupó el cargo principal de Supervisión en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) hasta que descubrió el fraude de Gescartera en 1999 y lo denunció a sus superiores.
Vives, contra el que desde la propia CNMV se organizó una auténtica operación de acoso y derribo hasta que fue apartado de su cargo, ya declaró ante la comisión de investigación de Gescartera en el Congreso en septiembre de 2001, apenas dos meses después de que se destapase el escándalo que supuso, como había pedido Vives mucho antes sin éxito, la intervención de Gescartera y el encarcelamiento de su dueño, Antonio Camacho.
En aquella ocasión, Vives explicó que la antigua presidenta de la CNMV Pilar Valiente, el ex vicepresidente y ex diputado del PP Luis Ramallo y el consejero José María Roldán, habían impedido, en un consejo extraordinario del citado organismo celebrado el 16 de abril de 1999, que se interviniese Gescartera, a pesar de que ya se habían descubierto numerosas irregularidades y un importante desfase patrimonial de 4.000 millones de pesetas. Dos años después, el agujero de la agencia de valores superaba los 18.000 millones de pesetas.
Retraso injustificado
Vives fue apartado en julio de 1999 de la inspección de Gescartera y posteriormente ha reclamado sin éxito, tanto a la CNMV, como al Congreso, que se le permita el acceso a su propio correo, a través del cual, según sostiene, se puede probar que en el citado consejo 'se propuso y discutió oralmente la intervención de Gescartera'.
Fuentes jurídicas apostaron en septiembre de 2001 que la juez no tardaría en llamar a declarar a Vives, pero la citación no se produjo entonces.
Ya en noviembre, cuatro meses después de destapado el escándalo, la ex presidenta de Gescartera Pilar Giménez-Reyna reclamaba a la magistrada que llamase a declarar a Vives y también a Pilar Valiente, a Ramallo y a Roldán, así como al ex subgobernador del Banco de España Miguel Martín.
La petición no ha tenido éxito en el caso de Vives hasta 10 meses después. De las citaciones a declarar de la ex presidenta de la CNMV, de Ramallo, o de Roldán seguimos sin noticias.
Por el contrario, la magistrada ha llamado hoy a declarar como testigo a Teodoro Bonilla, el sacerdote de Cuenca al que el asesor fiscal de Gescartera Agustín Fernández Ameneiro atribuyó decenas de millones de pesetas de pérdidas, siguiendo las instrucciones del propietario de la agencia de valores, Antonio Camacho, que había ordenado que siempre le imputasen las minusvalías que resultaban de las inversiones.
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