Empuje interno
La Bolsa vivió ayer una jornada llena de confusión, con un principio bastante negativo como consecuencia de la última caída, la del pasado viernes, en Wall Street y Nasdaq.
Los títulos de las empresas españolas no contaban con argumentos propios para hacer frente a una situación doblemente negativa, puesto que el Ibex 35 estaba por debajo del nivel de los 8.000 puntos y el índice Dow Jones había caído con fuerza por debajo de los 10.000 puntos.
Los resultados de Telefónica Móviles vinieron a romper en parte el maleficio al permitir un respiro al conjunto del Grupo Telefónica, en el que las acciones de la matriz volvieron a descender hasta los niveles mínimos anuales en la apertura. Las ganancias de la filial de móviles cambiaron ligeramente las expectativas sobre los resultados de Telefónica, que se conocerán el jueves, y a partir de ese momento los ánimos estuvieron más templados.
Los momentos previos a la apertura de la Bolsa de Nueva York también resultaron positivos ante la supuesta presencia de los cazadores de gangas. Algunos analistas cambiaron sus recomendaciones sobre varias empresas y el ambiente se fue caldeando hasta permitir un avance del 1,48% en el índice Dow Jones a media sesión. En esos momentos, el mercado Nasdaq subía el 2,74% y en ambos casos parecía quedar atrás el peligro de ruptura de importantes soportes.
El Ibex 35 subió ayer el 1,28%, a pesar de lo cual no logró recuperar el nivel de los 8.000 puntos, y Madrid, el 1,08%, y es que el dinero estuvo muy reticente a acudir a un mercado en el que la volatilidad vuelve a ser una variable fundamental.
La contratación en el Mercado Continuo ascendió a 1.835,75 millones de euros, con más de un tercio negociado por sólo tres valores, Telefónica, BBVA y SCH, y otro 40%, obtenido mediante operaciones institucionales.