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Expertos destacan el desequilibrio del modelo valenciano de desarrollo

El modelo de desarrollo valenciano 'tiende a acentuar el desequilibrio y la dependencia de recursos externos'. Es el juicio expresado por el decano de la Facultad de Sociología de la Universidad de Valencia, Ernest Garcia, y compartido por Emèrit Bono, catedrático de Economía de la Universidad de Valencia. Ambos presentaron ayer el trabajo 2002: la situació del País Valencià: tendències i indicadors de desenvolupament humà i sostenibilitat medioambiental, editado por el sindicato Comisiones Obreras, y redactado junto a los profesores Ricardo Almenar, Rafael Castelló y María Diago.

El texto es un compendio de datos estadísticos que repasan desde todos los ángulos posibles los indicadores sociales y los factores que intervienen en la salud ambiental de la Comunidad. Así, se recoje que el 30% de agua de la red de distribución urbana se pierde frente al 13,9% rural, o el aumento de consumo de cemento, que ha pasado de 3,4 millones de toneladas en 1997 a 3,8 millones en 1998 y 4,7 millones en 1999.

En la presentación del informe, García definió el modelo de desarrollo valenciano como un sistema de intercambio en el que cada cada vez más 'se obtienen de fuera de la Comunidad más recursos, como energia, agua, minerales y alimentos, a cambio de ofrecer coches, metros cuadrados de playa artificial y montañas rusas gigantes', y en el que 'cada euro que genera la actividad económica valenciana, implica un coste superior en recursos renovables, no renovables utilizados y de residuos producidos en el medio ambiente'. Ante esta situación, 'no existe la respuesta de si este desequilibrio puede ser sostenible y alargarse en el tiempo, pero una gran parte de estas alarmas indican que el modelo está aumentando muy rápidamente su dependencia de recursos naturales externos'. A ello, García añadió otra característica: 'está basado en una peculiar ineficiencia ecológica, ya que la producción de residuos ha aumentado mucho más rápidamente que el producto económico y la población'.

Muchos problemas

Bono agregó que una de las conclusiones del trabajo es que producir una peseta de valor añadido final agrario 'nos cuesta 10 litros de agua', una muestra más de que la situación del medio ambiente en la Comunidad 'no está bien y tendrá muchos problemas en el futuro'. Para ilustrar esta situación, puso varios ejemplos. Explicó que los gases que provocan el efecto invernadero en nuestro país 'se han incrementado en un 67% desde el año 1990 a 2000' y respecto a los residuos tóxicos y peligrosos, 'de las 140.000 toneladas que se generan al año sólo se trata el 30%'.

La secretaria de Salud Laboral y Medio Ambiente de CCOO-PV, Amparo Martínez, que presentó el trabajo, aludió a su condición única en todo el Estado mientras que el secretario general del sindicato, Joan Sifre, mostró su interés en dar continuidad a este tipo de estudios.

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