El poder de la poesía

Entre el 24 y el 26 de Abril de 2001, tuvo lugar en la Biblioteca Bidebarrieta de Bilbao un encuentro de poetas, una conversación que se presentaba como una reflexión sobre el poder de este género, un recital de poemas los distintos autores que acudieron y una conversación en torno a la poesía contemporánea. Tres días y seis poetas, entre los que se encontraba José Hierro. Ahora aquellas jornadas se presentan en un libro titulado ¿Qué puede la poesía?, publicado por la editorial Bassarai de Vitoria.

Como las jornadas fueron auspiciadas por el Instituto francés, no extraña la amplia presencia de poetas que escriben en este idioma: Jean Ristat, Christian Prigent, y Jean-Michel Maulpoix. Pero en la recopilación también figuran Felipe Juaristi, César Antonio de Molina y la voz inconfundible de José Hierro.

A veces estos libros tienen un regusto a conmemoración que resultará más cercano a las personas que asistieron a los actos, numerosas, en el caso de la intervención de José Hierro, porque avivará su memoria. Para los demás la ocasión se viste de posibilidad de reflexión.

¿Sirve para algo la poesía? Los poetas dirán que sí. Dicen que sí en este libro, pero matizan. Son ilustrativas, las palabras de Jean Michel Maulpoix: 'Me preguntan ustedes qué puede la poesía. Con seguridad, poca cosa. Pequeñas editoriales, pequeñas tiradas, un pequeño público: ella está destinada a poca audiencia... la poesía puede ser poca cosa, es decir lo contrario de la televisión'.

Es entrañable oír hablar de su oficio a los poetas, oírles decir frente a un espejo su pequeña verdad, mientras los demás miramos la televisión de las audiencias. Es cierto que el Romanticismo aupó a la poesía y a los poetas al lugar sagrado, de donde no quieren descender, pero por la realidad pasa una apisonadora cruel. Y ese juego entre el deseo y la realidad se hace reflexión importante en este libro de espejos. José Hierro habla de la necesidad de la poesía, de la búsqueda de un mundo más allá del mundo.

Siempre que se vuelve la mirada a los poetas los encontramos hablando de sus cosas. Por eso, porque en este texto hablan de sus cosas, la publicación supera su misión de antología, para convertirse en un libro que reflexiona sobre la posibilidad de la escritura poética, sobre la paradoja máxima de la palabra poética: esencia de la escritura.