El PP disuelve de un plumazo la dirección de Córdoba para intentar atajar la crisis interna

De un plumazo. La dirección regional del PP decidió ayer disolver los órganos ejecutivos de esta formación en Córdoba, atenazada por una crisis interna que enfrentaba al presidente provincial, Enrique Bellido, con varios cargos liderados por el europarlamentario Juan Ojeda y el ex alcalde de la capital Rafael Merino. Tras reunirse ayer por la tarde en Sevilla con representantes de las dos partes, la dirección regional del PP anunció a las 21.00 horas esta decisión y el nombramiento de una comisión encargada de organizar un congreso provincial extraordinario.

La crisis larvada que arrastra el PP de Córdoba desde que Bellido se aupó, contra pronóstico, con la presidencia de esta formación en el congreso provincial celebrado en septiembre de 2000, estalló ayer por los aires de forma definitiva. En apenas 10 días las desavenencias internas se han profundizado de una forma radical hasta el punto de que la dirección regional, con la autorización del secretario general, Javier Arenas, decidió una medida tan drástica y traumática a nivel interno como es la disolución de los órganos de dirección.

El secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz, y el vicesecretario de Organización, José Luis Sanz, mantuvieron ayer en Sevilla reuniones con representantes de ambas partes para alcanzar, a última hora, un acuerdo de mínimos entre los dos sectores. Pero la situación que ambas partes proyectaron sobre los dirigentes regionales fue tan sombría que llegaron a la conclusión de que lograr puntos de encuentro, aunque fueran mínimos, era imposible.

Estas reuniones, previstas inicialmente en la sede regional del PP, se trasladaron a otros lugares para eludir a los medios de comunicación. Sobre las 18.00 horas, los dos dirigentes regionales se reunieron con Bellido, que acudió a Sevilla acompañado José Angel Palomares, José Alberto Lozano y Rosario Palacios. La reunión se produjo en el hotel Occidental, cerca de la estación de Santa Justa.

Posteriormente, sobre las 19.30, los dos dirigentes regionales se citaron con Ojeda, Merino y María Jesús Botella, cuñada de José María Aznar, en la cafetería del hotel Alfonso XIII, a apenas 200 metros de la sede regional del PP. Ahí, los cabecillas del sector crítico expusieron a los dirigentes regionales los motivos de la rebelión. Explicaron la lista de sus quejas y subrayaron que lo más conveniente era tomar una decisión de forma inmediata, antes de que el calendario siga pasando y se aproximen las elecciones municipales de 2003.

La brecha interna en Córdoba adquirió dimensión de crisis profunda hace 10 días, cuando

Ojeda, ex secretario regional del PP y persona de confianza de Arenas, reunió a la mayoría de los cargos públicos del partido (12 de los 14 concejales del PP en el Ayuntamiento de Córdoba y diputados nacionales, autonómicos y provinciales, hasta un total de 42 personas) para elaborar el documento remitido a Arenas y a Martínez.

En el documento, entre otras cuestiones, acusaban al presidente provincial de escribir artículos en prensa en los que cuestionaba el liderazgo de Aznar o la política del PP en el País Vasco.

También lamentaban las discrepancias entre el presidente y Merino y que Bellido hubiese sembrado la duda sobre la continuidad de María Jesús Botella como portavoz provincial.

Como consecuencia del manifiesto crítico, Bellido convocó el viernes a la junta directiva provincial, a la que, tras leer ese manifiesto, se sometió a una moción de confianza. Esta moción fue apoyada por 68 miembros de este órgano, después de que 23 acreditados dirigentes de la corriente disidente decidieran abandonar la junta provincial con el argumento de que Bellido no le había permitido el uso de la palabra a Ojeda antes de la votación.

El detonante final de la disolución de los órganos de dirección del PP en Córdoba se produjo el sábado, cuando Bellido hizo unas manifestaciones en las que acusó a Arenas y al secretario regional, Antonio Sanz, de estar detrás de los críticos,

al considerar que éstos deberían haber apoyado a la dirección de Córdoba desde el primer momento en que surgió el conflicto.

Antonio Sanz anunció ayer que el concejal de Córdoba Luis Martín, firmante del manifiesto de los críticos, dirigirá la comisión organizadora del próximo congreso provincial. El Comité Ejecutivo Regional del PP ratificará hoy la disolución de los órganos ejecutivos del PP de Córdoba y la designación de la gestora.