El puerto de Valencia reconoce que Sagunto tiene muchas ventajas como centro intermodal

La posibilidad de convertir la ciudad de Sagunto en un gran centro intermodal de transportes cobra cuerpo. Una fuente oficial de la autoridad portuaria, que engloba los puertos de Sagunto, Valencia, Cullera y Gandia, apuntó ayer que Sagunto ofrece 'muchas ventajas' para asumir el previsible aumento del tráfico de contenedores que ahora se centra en Valencia. La posibilidad de disponer de un aeropuerto en el mismo término municipal, donde convergerá el corredor viario del Mediterráneo con la conexión directa hacia Zaragoza cerraría el círculo.

Eduardo Zaplana aprovechó la gala de entrega de los premios Nova el jueves por la noche para anunciar 'una nueva etapa' en la carrera de la Comunidad Valenciana hacia el liderazgo en el arco mediterráneo y citó un proyecto 'tremendamente ambicioso' para reordenar los usos del territorio entre Sagunto y Cullera bautizado con el nombre de Ruta Azul.

El presidente mencionó el asunto y evitó cualquier precisión. Apenas deslizó que el proyecto 'apuesta por un ordenación de las potencialidades de nuestro territorio en una zona, con unas potencialidades increíbles para el ámbito de la innovación'.

El conjunto de intervenciones contenidas en la Ruta Azul (ver EL PAÍS del 28 de marzo) acompañará la aprobación de la ley de ordenación del territorio y constituirá el arranque de la próxima campaña electoral. El jueves, Zaplana explicó a los periodistas que las prioridades del Consell para el futuro 'van cambiando y hoy se centran en una ordenación adecuada de nuestro territorio y en políticas de innovación'. Pero se negó 'intencionadamente' a entrar en detalles sobre el proyecto de Ruta Azul, que será presentado 'en breve'.

La idea clave de todo el plan de reordenación de los usos territoriales entre Valencia y Cullera, que podría extenderse hasta Gandia, gira en torno al futuro trazado del tren de alta velocidad en el corredor mediterráneo. El impacto de la nueva vía férrea es tan amplio que permitiría desplazar la actual carretera nacional hacia el interior, en paralelo a la plataforma de ancho europeo, y liberar kilómetros de costa que actualmente están infrautilizados.

La posibilidad de reordenar la playa, urbanizar la costa y potenciar su uso turístico extiende su impacto en todo el corredor entre Sagunto y Valencia. La capital podría convertirse en un núcleo turístico de primer orden.

El puerto de Valencia desarrolla ahora una zona de actividades logísticas para servir las necesidades de tráfico de contenedores, cuyo volumen crece anualmente debido a sus ventajas geográficas sobre Barcelona, cuya lejanía del Estrecho de Gibraltar se traduce en una jornada de navegación completa sobre el acceso a Valencia.

Pero el crecimiento del puerto de Valencia está restringido por su condición netamente urbana, mientras que Sagunto ofrece grandes posibilidades de crecimiento sobre suelo de titularidad pública. La planta regasificadora que Unión Fenosa proyecta instalar en una isla artificial junto al puerto de Sagunto es sólo un botón de muestra de las 'muchas ventajas' que ofrece sobre el puerto de Valencia.

El reciente frente portuario constituido en Cataluña entre los puertos de Barcelona y Tarragona, que permite destinar los recursos captados por el tráfico de petróleo del segundo para inversiones en el primero, parece un modelo a seguir.

Una fuente oficial recuerda que el puerto de Marsella se identifica con dos cabeceras, Marsella-Fos, cuando la segunda se encuentra a más de 80 kilómetros de la primera. O que la distancia entre los muelles del puerto de Rotterdam alcanza hasta 25 kilómetros, una distancia mayor que la que separa Valencia de Sagunto.

En todo caso, la autoridad portuaria recuerda su estricta vocación de servicio para adaptarse a la demanda de la sociedad y subraya que el planeamiento territorial corresponde a las autoridades políticas y excede sus competencias.

El desarrollo de Sagunto como centro de intercambio de transportes se completaría con la futura autovía hacia Zaragoza, que permitiría una conexión envidiable con Bilbao, y con el traslado del aeropuerto de Manises.

La instalación aeroportuaria que Carlos Fabra promociona en el interior de Castellón perdería toda su razón de ser, puesto que la distancia entre Sagunto y Castellón es de apenas 40 kilómetros.