Hola
Hola. Estoy escuchando el relato de la estufa de lata y recuerdo, como si fuera ahora mismo, ese ambiente que yo también viví. Quiero decirte que vendían de esas estufas con agujeros y tapa, que en su asa de alambre tenían una madera para no quemarse al cogerlas. Pero los niños más pobres ni siquiera teníamos para comprar esas estufas y nos servían unas de lata sin tapadera que teníamos que coger con un pañuelo. Lo más sorprendente era cómo las balanceábamos para darles aire y que no se apagaran. Duraban más cuando en el fondo nos ponían un poco de cisco (carbón menudo), que no sé si se dice así.
Te dejo, estoy en mi tienda y atendiendo niños..., no puedo centrarme demasiado...
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