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El fiscal pide 12 años para un hombre que violó a una autoestopista y secuestró a otras dos

Tres muchachas de Barcelona, de unos 20 años, tardarán tiempo en olvidar el primer día de las vacaciones del verano pasado. Las jóvenes planearon llegar hasta Andalucía en autoestop, pero el viaje se convirtió en una amarga pesadilla de la que no se han recuperado. Jordi Tamayo, el conductor que las subió a su coche en la Diagonal, junto al Palau Reial, las secuestró y acabó violando a una de ellas en un descampado próximo a La Panadella. Tamayo siempre ha admitido las acusaciones que le imputa la justicia. El fiscal pide 12 años de prisión para el acusado, actualmente en libertad; la acusación particular solicita 19 años y la defensa niega que las chicas hubieran estado retenidas contra su voluntad y reclama que la pena por la violación no exceda de tres años por la eximente de alcoholismo y drogadicción.

Los hechos se remontan al pasado 1 de julio, cuando el acusado, un trabajador de la construcción, recogió a las siete de la mañana a las tres chicas que hacían autoestop a la salida de Barcelona. Nada más subir al coche, le dijeron al automovilista que iban a Tarragona y que, dado que él se dirigía a Igualada, podía dejarlas en la gasolinera más próxima. Sin embargo, después de poner los seguros de las puertas, Tamayo tomó la carretera N-II en dirección a Lleida y no paró en ningún momento a pesar de que las jóvenes se lo pidieron en cinco ocasiones.

Retenidas contra su voluntad

Las autoestopistas creyeron que el acusado se detendría en el área de servicios de La Panadella y podrían bajar, pero no sólo pasó también de largo, sino que se desvió por la carretera local que va a Santa Coloma de Queralt. Fue a partir de ese momento cuando las chicas empezaron a asustarse de verdad y a sentirse retenidas en contra de su voluntad, sobre todo cuando Tamayo les dijo: '¡Vais a bajar donde yo quiera!'.

Lo peor estaba por llegar. Las jóvenes, presas ya del pánico, iniciaron una discusión con el conductor y, aprovechando que se cruzaron con unos ciclistas, las dos que viajaban en el asiento trasero decidieron abrir las puertas y saltar del coche en marcha, mientras que la que iba junto al conductor no pudo huir y el acusado la llevó hasta un lugar apartado de la carretera y la violó.

Tamayo, que nunca ha negado los hechos que se le imputan, incluida la violación de una de las chicas en un descampado, explicó ayer al tribunal que le juzga que apenas recordaba nada de lo que ocurrió ese día porque se encontraba bajo los efectos del alcohol y de las drogas. Sin embargo, las tres jóvenes afirmaron entre sollozos que el conductor se encontraba en perfecto estado y no manifestó ningún síntoma de haber bebido o tomado droga alguna. 'Se le veía tranquilo, no olía a alcohol y conducía deprisa, pero muy seguro', señaló una de las jóvenes. Al final del juicio, Tamayo pidió disculpas a sus víctimas.

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