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El consumo de alcohol se dispara en las chicas y baja en los jóvenes

El consumo de alcohol entre las adolescentes se ha disparado. Si en 1995, un 37% de chicas entre los 15 y los 19 años bebía alcohol, en 1999, era ya el 50,9%. En la misma franja de edad entre los chicos, del 56,8% que bebía en 1995 se ha pasado al 54,9%, según el delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Gonzalo Robles, que indicó ayer en Valencia que los últimos datos indican que en determinadas franjas de esta edad, ellas ya superan a los chicos.

En la sesión inaugural del encuentro técnico que celebra la Organización Mundial de la Salud en Valencia sobre la relación entra la publicidad y el consumo de alcohol entre jóvenes, Robles dibujó un escenario en el que según los últimos datos con los que cuenta, entre 15 y 19 años, las mujeres superan en un 2% a los hombres en consumo de alcohol. El delegado del Gobierno también explicó que la edad media del inicio del consumo se sitúa en los 13,5 años y añadió que uno de cada cuatro españoles entre los 15 y los 19 años ha probado alguna bebida alcoholica antes de cumplir los 15 años.

Al margen de los datos generales, Robles se detuvo en lo que calificó como la 'feminización' del consumo de alcohol y tabaco. Un fenómeno 'coyuntural' que el delegado del Gobierno explica por la imitación de las mujeres de roles masculinos y la copia de modelos de los chicos en su proceso de equiparación de los usos sociales. Esta equiparación ha provocado que en 1999, la diferencia entre consumo de bebidas entre adolescentes hombres y mujeres sea de cuatro puntos en favor de los primeros. En cuanto al consumo abusivo, es 'relativamente frecuente' pese a que sea un juicio que no comparten los jóvenes en sus respuestas a las encuestas. El 39,7 % de adolescentes reconoce haberse emborrachado alguna vez pero sólo el 7,4% percibe que en alguna ocasión había bebido mucho.

Una de las medidas más comunes a las que se apela para limitar el abuso de alcohol consiste en elevar el listón de restricciones publicitarias de bebidas alcoholicas. Sin embargo, la eficacia de este recurso no está clara. Ayer, Derek Yacht, director de enfermedades no transmisibles y salud mental de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció que el impacto de las limitaciones a los anuncios relacionados con la industria del alcohol son difíciles de evaluar debido a la variedad mediática. Apuntó que se puede controlar los medios locales o nacionales, pero la extensión de publicidad a través de plataformas mundiales como Internet o las televisiones vía satélite representa un problema difícil de abarcar. En todo caso Yach destacó que la publicidad de bebidas aumenta 'mientras que los esfuerzos encaminados a regularla no se desarrollan a un mismo nivel'. Y abogó por introducir 'políticas de control de consumo de alcohol más adecuadas'.

Pese a no adentrarse en los resultados de las medidas restrictivas, Yach sí señaló que los niños y jóvenes son la diana de las nuevas tecnologías y que para ello los anunciantes no recurren a razonamientos argumentados, sino a los sentimientos y a despertar emociones para enganchar a sus clientes. Además denunció el 'efecto adverso' de los anuncios sobre el comportamiento de los jóvenes a la hora de beber y advirtió de la aparición de nuevos productos 'atractivos' para los jóvenes como las bebidas energéticas que tienen envases diseñados para adolescentes y un sabor dulce destinado a ser usados para mezclar con alcohol y dar a los licores un 'sabor más agradable' y abrir las puertas a su consumo en estas edades.

El delegado del Gobierno, Gonzalo Robles, tampoco se refirió directamente a los resultados de la limitación de la publicidad, aunque sí lo hizo indirectamente. Ante la pregunta de los periodistas prefirió destacar la importancia y el volumen de los anuncios de bebidas destinados a jóvenes -el número de anuncios de la industria del alcohol es el segundo por detrás de la automovilística-, dando a entender que la industria del alcohol no se volcaría de la forma que lo hace si no esperara obtener una contrapartida en forma de ventas. A ello añadió una observación sobre la eficacia de las campañas promovidas desde la Fundación de Ayuda a la Drogadicción (FAD), que, dijo han comprobado su capacidad de aumentar las percepciones de riesgo y de cambiar conductas. 'Si esto [en relación a los anuncios promovidos por la FAD] puede funcionar, también los anuncios generan hábitos'.

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Robles se refirió al borrador de la Ley de Prevención del Consumo del Alcohol, un texto destinado a frenar el 'abuso entre jóvenes y adolescentes', y señaló que habrá medidas de protección especial destinadas a menores, tanto en lo relativo a publicidad televisiva como a otras medidas de promoción del consumo de alcohol. 'No existe ninguna ley seca', aseguró, e indicó que el nuevo texto normativo, 'prohíbe exclusivamente una forma de consumo, lo que vulgarmente se denomina botellón, pero no el resto de consumo en las terrazas o fiestas patronales'.

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