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Reportaje:

La lista de Teo

Teófila Martínez amplía este fin de semana su larga relación de insultos

La presidenta del Partido Popular de Andalucía, Teófila Martínez, ha vuelto este fin de semana a ofrecer su particular retrato del presidente de la Junta, Manuel Chaves. El también secretario general del PSOE andaluz es para la dirigente popular una lista interminable de epítetos y descalificativos que pueden rozar el insulto y la injuria. Así lo sostiene Gonzalo Figueroa Tagle, escritor, columnista, políglota y catedrático de Derecho. 'Nuestro Código Penal detalla que la injuria es toda expresión que lesiona la dignidad de una persona, menoscaba su fama o atenta contra su propia estimación', explica Figueroa, quien lamenta que la jurisprudencia española sea 'desdichadamente muy tolerante' con las injurias y las calumnias políticas.

'Los jueces han entendido que el lenguaje político está lleno de pasión y ardor, y que en el insulto no hay intención de injuriar', lamenta este jurista, quien afirma que la actitud de Martínez no parece ajustarse, en ocasiones, a esta reflexión: 'Algunos de sus insultos no se dirigen en un debate político, sino en frío, en respuestas y reacciones después de muchas horas'.

Como estudioso del lenguaje, Gonzalo Figueroa sostiene que las definiciones de Martínez son 'extremadamente descalificadoras' y 'degradan el lenguaje político y el lenguaje de la convivencia social aceptada en toda sociedad civilizada'. Asimismo, este escritor ironiza sobre la larga lista de Teófila Martínez. A la pregunta de sí puede estirarse aún más, responde: 'Parece difícil, salvo con neologismos que sustituyan a los epítetos anteriores'.

Y concluye: 'Es imposible que una persona, como en este caso Manuel Chaves, pueda capitalizar tanta perversión. No puede ser posible que todos los calificativos pueda merecerlos'.

El anterior alcalde de Cádiz, el socialista Carlos Díaz, explica que durante sus mandatos el listón de insultos era mucho más bajo que en la actualidad. 'Sólo el portavoz de Izquierda Unida llegó a llamarme ramera complaciente, pero el resto de políticos no acudía a los descalificativos', detalla Díaz, quien sostiene que las descalificaciones personales 'perjudican a la política en mayúscula'.

'Tengo un enorme respeto por la política y en ella deben estar fuera de juego el insulto y la difamación', explica este político retirado, quien alerta sobre las consecuencias del insulto político: 'Hace que la sociedad y los ciudadanos tenga un mal concepto de la política. Por esta razón, nunca he empleado esta posibilidad aunque el cuerpo me lo haya pedido. De ahí que haya optado por acudir a la justicia'.

Martínez, por su parte, considera que ella no insulta, sino que 'califica políticamente' y que es 'más tolerante' de lo que el PSOE 'quiere hacer ver'. Precisamente ayer Martínez reaccionó con dureza contra los hosteleros de la zona de la movida gaditana que convocaron la botellona en protesta por el decreto de la Junta sobre el horario nocturno de bares que acabó en graves altercados que se saldaron con 4 detenidos y 3 agentes heridos. 'El Ayuntamiento no se va a dejar coaccionar por aquellos instigadores (...) que tengan intereses en la movida nocturna', dijo Martínez, quien, junto con sus concejales, ha reaccionado de manera agria contra cualquier político, dirigente vecinal o colectivos profesionales -como procuradores, arquitectos, quiosqueros, libreros o periodistas- que han ofrecido una visión discrepante sobre los asuntos municipales.

Repertorio extenso

Estos son algunos calificativos recogidos de los medios de comunicación que Martínez ha dedicado a sus adversarios:

Manuel Chaves. 'Ruin, despreciable, indecente, miserable, gran dictador, dictadorzuelo, cacique, cavernario, momia del pasado político, amenazador, autoritario, sectario, insumiso, coaccionador, bravucón, insinuador, deslenguado, oligarca, timador y embaucador de ilusiones y sueños, opresor, señor feudal, llorón, mandarín, El Padrino de la política andaluza; un político esquizofrénico que amedranta, atemoriza, vigila, controla; de baja catadura moral, que practica una polìtica canija, de gallinero y de peleas de baja altura, interviene, mangonea y lincha; con una actitud chulesca, prepotente y despreciativa; un peligro para la salud democrática; que se parece al Felipe González de los días de Filesa y los fondos reservados, que tira cócteles molotov de mierda contra el PP, controla la región con su guardia pretoriana; hijo de un alto cargo del Ejército de España, que controla el poder financiero y presiona a medios de comunicación, una amenaza en toda regla'.

Julio Braña (portavoz municipal del PA en Cádiz). 'Animal, tiburón, cobarde, sinvergüenza, militar retirado de no sé qué guerra'.

Juan Ortuño (portavoz municipal del PSOE en Cádiz). 'Mala sangre, ignorante, mentiroso'.

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