Llamamiento a la sensibilidad
Soy usuaria de los transportes públicos desde siempre, y hay un tema que me preocupa más y más cada día que pasa.
Todos sabemos que en caso de encontrarnos con una persona que precisa de asiento deberíamos cedérselo. Pues bien, viene siendo usual el encontrarme con ancianos, embarazadas, personas con bastón... que se ven obligadas a ir de pie durante el trayecto. Y no es cuestión únicamente de la juventud el no ceder el asiento, pues hay señoras y caballeros que también pasan del tema.
Yo me indigno y me entran ganas de ponerme en pie de guerra, reivindicar ese derecho para aquellas personas que obviamente lo necesitan, pero sé que mi lucha sería dedicada solamente a un espacio muy pequeño, un autobús o un vagón de metro, y la cuestión es que no sólo me preocupa este comportamiento, que pudiera decirse es de 'poca' envergadura, sino que se extrapola a muchas otras cosas cotidianas, y que desgraciadamente no puedo listarlas todas pues se acabarían los papeles.
Con lo que pediría que se dejase el egoísmo a un lado y se ejercitase la, tan rara ya, sensibilidad, que en estos tiempos que corren nos viene haciendo falta.
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