Adiós definitivo de Guardiola al Mundial por una lesión

Una duda, ¿o un compromiso?, menos para José Antonio Camacho. Una distensión del ligamento colateral interno de su rodilla derecha, que le obliga a guardar reposo tres o cuatro semanas, ha despejado negativamente la incógnita de la participación o no de Guardiola en el Campeonato del Mundo. 'Un año iniciado mal y concluido aún peor', se lamenta el centrocampista del Brescia, de 31 años, víctima el domingo de Davids en el partido con el Juventus, que ganó (5-0).

Así, pues, Guardiola se va a perder la última jornada de la Liga italiana, en la que su equipo se jugará ante el Bolonia la categoría -'deseaba estar en esa final porque habría aportado mi experiencia', dice-, y ve esfumarse cualquier posibilidad de incorporarse a la selección española -'discurso cerrado'-, en la que lleva 47 actuaciones -es el 19º en la clasificación histórica, encabezada por Zubizarreta con 129- y cinco goles desde su debú, en octubre de 1992.

Lo cierto, sin embargo, es que el propio Guardiola era pesimista respecto a que Camacho le tendiera la mano. El técnico ha contado con él en 24 de sus 45 encuentros al frente de España, pero no desde el disputado en noviembre de 2001, en Huelva, contra México (1-0).

Los cuatro meses de suspensión por un dopaje no intencionado, con nandrolona, con los que la federación italiana le sancionó entonces supusieron, en efecto, un punto y aparte para Guardiola. Pese a que a finales de marzo, con tiempo para ponerse a tono, volvió a ser titular en el Brescia, Camacho no le convocó, ni siquiera como un detalle de respaldo tras la penosa situación vivida, para las últimas citas preparatorias, ante Holanda e Irlanda del Norte. Además, siempre respondió a las preguntas de los periodistas con evasivas en el sentido de que su presencia en el Mundial 'dependería' de él mismo, de su 'forma'.

A Guardiola se le abre ahora otro interrogante, el de su futuro, ya que su contrato con el Brescia finaliza el 30 de junio: 'No sé si seguiré en este club, pero tengo una gran deuda con él. Me ha tratado muy bien y yo no he podido darle las gracias como habría querido'.