Una draga varada en el corazón de Urdaibai

Aunque está considerada una de las principales joyas medioambientales del País Vasco y el pasado año recibió, junto a las otras 410 reservas de la biosfera de la Unesco, el premio Príncipe de Asturias de la Concordia, la realidad indica que no todo son parabienes para Urdaibai. La reserva de la biosfera sita en territorio vizcaíno no cuenta todavía con su red de saneamiento, pese a que el proyecto lleva ya dos décadas de gestación, con lo que la ría de Mundaka -en pleno corazón de la reserva- es el lugar al que van a parar las aguas residuales de buena parte de los vecinos de la comarca.

El plan integral de saneamiento de Urdaibai, un proyecto que supondrá una inversión que superarrá los 90 millones de euros, no empezará acometerse antes del año 2004.

Y a ello se le suma otro problema: desde hace ya cuatro años, la reservar alberga en su interior una draga abandonada, en plenas marismas y por tanto en una zona que cuenta con especial protección, de la que nadie quiere responsabilizarse.

Este último problema medioambiental continúa sin resolverse, aunque las autoridades anuncian que la solución se encuentra ya próxima. El problema se planteó en el año 1998 cuando, en la penúltima extracción de arena realizada en la ría, la empresa propietaria de la draga -Hijos de Juan José Mancisidor- entró en situación de quiebra. Como consecuencia, le fue embargada la draga, pero la instalación quedó encallada en el cauce sin moverse. 'Les obligaron a vaciar el combustible para evitar cualquier riesgo, pero la máquina quedó allí', comentan fuentes del Patronato de Urdaibai, el órgano de gestión de la reserva de la biosfera.

El problema, como casi siempre, es el dinero. El reflotamiento de la nave supone un gasto que se aproxima a los 90.000 euros, pero no se ha encontrado a nadie que los pague. El Patronato, la Jefatura de Costas del País Vasco y la Dirección General de la Marina Mercante trabajan conjuntamente para buscar una solución. La pretensión inicial es reflotar la nave y mantenerla junto a los Astilleros de Murueta, situados en las inmediaciones.

Una compañía del sector ya mostró el verano pasado su interés en recuperar la draga, pero con la contrapartida de quedarse con su propiedad, una petición a la que se mostraba reticente la firma propietaria de la embarcación. Los contactos han continuado durante los últimos meses. 'En unos días puede estar solucionado', afirma un portavoz de Marina Mercante, quien se refiere a 'una empresa' dispuesta a asumir los 90.000 euros de coste de la operación.

Incluso se ha barajado que las autoridades reúnan el dinero necesario para reflotar la embarcación sin esperar a un acuerdo con una empresa. 'Esperemos que para antes del verano la embarcación desaparezca del paisaje de Urdaibai', han asegurado las fuentes informantes.

Los colectivos ecologistas de Urdaibai han censurado la dejación en un asunto que 'es una vergüenza' para un área protegida como Urdaibai y culpan a las autoridades de pasividad, por 'perder demasiado tiempo mirándose los unos o los otros esperando a que alguien se haga cargo de la situación'. Mientras, la draga sigue asomándose en la bajamar, entre marismas, aves protegidas y los visitantes que observan atónitos la embarcación varada en toda una reserva de la biosfera.