_
_
_
_
OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Precariedad en vivo

Soy un jubilado baracaldés, militante de la HOAC. Durante este curso estamos reflexionando sobre el empleo precario y, la verdad, no tengo que irme muy lejos para encontrar ejemplos. Mi hijo, después de terminar su carrera de Ingeniero Informático (sí, de esas de alto índice de colocación), lleva dos años trabajando en diferentes situaciones de precariedad evidente. Empezó como profesor con un contrato de 5,5 horas (a mil pesetas la hora). El problema era que tenía que trabajar 7 horas al día, o sea, 1,5 horas por la cara.

Como era su primer trabajo pensó que tenía que tragar y aceptó. Luego le pidieron, en otro centro de formación, que elaborase unos temarios. Dos meses tardaron en pagárselos. Poco después le ofrecen impartir unos cursos de Internet para una tercera empresa. No le pagaron mal (mes y medio después de darlos), pero eso sí, sin contrato (debe ser lo que se lleva).

Sigue echando currículos y le llaman de otra academia. El director le dice que no le puede hacer contrato 'porque solo son dos horas diarias'. Después le contratan por 8 horas, pero ningún día estuvo en la academia menos de 11 (tres por la cara). En ese mismo sitio le ofrecen más tarde unos cursos de ofimática de 6 horas al día. El problema es que dos eran por la mañana (de 9 a 11), dos por la tarde (de 4 a 6) y dos por la noche (de 8 a 10): todo el día pringado por 6 horas. Y encima sin contrato.

Por último ha encontrado trabajo en una empresa de informática programando, reparando e instalando ordenadores. Parece que hay perspectivas de que dure bastante, el ambiente es bueno y no pagan mal (eso sí, a lo largo del mes siguiente y en dos o tres pagos separados). El único problema es que le han dicho que ahora está como 'a prueba' y que no le harán el contrato hasta diciembre (ha empezado en febrero). Lo triste de esto es que en los dos años que lleva trabajando (y lo que le queda hasta diciembre) no ha cotizado prácticamente nada, con todo lo que ello implica para las diferentes prestaciones de la Seguridad Social. Por otro lado, el no tener contrato le impide acceder a un piso o a un coche, pues no es un elemento productivo e interesante para los bancos. Lo más triste de todo esto, esta experiencia no es un hecho aislado. Y luego dicen que 'España va bien'.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_