Cuatro menores huyen de una celda cuando iban a ser juzgados en Madrid

Cuatro menores magrebíes se fugaron ayer de una celda del juzgado de menores de la calle de Fernández de la Hoz de Madrid al que habían sido trasladados desde el reformatorio de El Pinar para ser juzgados por atracos. Los jóvenes destrozaron la celda, derribaron a patadas una puerta de chapa y huyeron a la carrera. Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que les custodiaban no pudieron darles alcance.

Los menores fueron trasladados ayer por la mañana a la calle de Fernández de la Hoz, donde se encuentra el juzgado número 2 de menores. Agentes del Grume (Grupo de Menores) los recogieron en el reformatorio de El Pinar, donde estaban internados en régimen cerrado. En un furgón de la policía fueron conducidos hasta el edificio judicial e introducidos en una de las nuevas celdas. Esta estancia cuenta con dos puertas metálicas: una exterior, que da al aparcamiento y que permite que los jóvenes sean introducidos en el calabozo directamente desde los furgones policiales; y otra puerta, más interior, que comunica con la sala de espera del juzgado.

El primero de los cuatro magrebíes fue llamado ante el juez, que le impuso una pena de ocho meses de internamiento en un centro de régimen cerrado. A continuación, el menor fue devuelto a la celda en la que estaban los otros tres jóvenes. Instantes después, la policía escuchó unos fuertes golpes y, cuando acudió hasta la celda a través de la puerta interior del calabozo, comprobó que éste había sido destruido, que la puerta que da al exterior estaba abierta a patadas y que los muchachos había huido por el aparcamiento hacia la calle, según fuentes policiales.

Los agentes que les custodiaban echaron a correr en un intento de dar caza a los fugitivos. En un bar de enfrente al aparcamiento se encontraba el educador del reformatorio de El Pinar que había acompañado a los menores hasta el juzgado. El educador estaba tomando un café cuando, atónito, vio correr por la calle a los cuatro muchachos perseguidos por la policía. Los jóvenes culminaron su fuga, ya que los agentes no pudieron seguir su ritmo de carrera.

El Pinar es un centro situado en el distrito de Fuencarral (Madrid), inaugurado en enero de 2001 al entrar en vigor la Ley Penal del Menor, que dispone de 40 plazas en régimen cerrado para chicos autores de delitos graves. Depende de la Consejería de Servicios Sociales del Gobierno regional. El pasado día 20 se fugó otro menor de 17 años de este centro. El chico echó a correr, saltó la valla que rodea el centro y siguió corriendo sin que nadie pudiera darle alcance, cuando con un grupo de internos salía al taller de jardinería, en el exterior del recinto. Hasta ese momento eran cuatro las fugas registradas en El Pinar desde enero, cuando la gestión del centro la asumió una nueva empresa (la Fundación Grupo Norte), que tomó el relevo a la asociación Cicerón (responsable del centro desde su apertura, el 13 de enero de 2001).

En enero, tres internos se escaparon aprovechando la confusión creada por un motín organizado por algunos de sus compañeros. En 2001, El Pinar tuvo muchos conflictos, con cinco motines, cinco fugas y otros tantos intentos fallidos.