El tranvía se acerca al mar
Los raíles de las playas de San Juan y Muchavista se desplazarán junto al paseo marítimo y la carretera será retranqueada
Los transeúntes que disfruten de los paseos marítimos que se alargan por la Playa de San Juan (Alicante) y por la de Muchavista (El Campello) podrán ver sus cuerpos reflejados en las cristaleras del tranvía en el verano de 2003. Dichos itinerarios, paralelos a las mencionadas playas, van a cambiar de forma profunda. Se trata de un trueque: la carretera irá por donde ahora discurre el tren y el tráfico de automóviles se desplazará junto a las edificaciones.
El lunes se coloca la primera piedra de unas obras que persiguen instaurar el tranvía en la franja costera entre Alicante y El Campello. Aprovechando esos trabajos, se va a reurbanizar un trazado de más de cuatro kilómetros de longitud que linda con la arena de las citadas playas. El proyecto se incluye en el plan general diseñado para enlazar con trenes modernos la estación de Renfe, en el corazón de Alicante, con El Campello, La Vila Joiosa, Benidorm y Altea a lo largo del litoral. Algunos tramos de esta línea modernizadora ya están en plena ejecución.
El proyecto de construcción de la Consejería de Obras Públicas y Transportes para poner en marcha el tranvía en los tramos de la Playa de San Juan y Muchavista supone una inversión de 28,4 millones de euros (4.732 millones de pesetas).
La Generalitat se ha propuesto eliminar la barrera actual que el tren de vía estrecha, el popular trenet, conforma entre la carretera de la playa (Avenida de Jaume I) y las urbanizaciones. A partir de la próxima llegada de las máquinas excavadoras, todo el urbanismo de la franja costera va ser reordenado. Los vecinos de la alargada ciudad formada por la Playa de San Juan y las urbanizaciones que pueblan la de Muchavista podrán apreciar, al avanzar los trabajos de construcción, que la barrera del ferrocarril que circula ahora por la puerta de sus casas va a cambiar de ubicación. Los raíles para los nuevos tranvías eléctricos se colocarán por donde ahora discurre la carretera de la playa. El cambio será revolucionario. Se levantará así el bloqueo actual de tráfico que se produce entre numerosas calles que deberían desembocar en la avenida de Jaume I y que no pueden hacerlo al impedirlo el ferrocarril.
Las obras quieren acabar con esta pantalla insalvable para los conductores. Y, según se refleja en el proyecto de construcción, lo van a conseguir. La solución ideada por los técnicos y que figura en el proyecto constructivo reaprovecha los espacios existentes. Habrá más aceras, nuevas zonas para estacionamientos, paseo marítimo más amplio y una mediana de 1,5 metros de anchura para separar la plataforma del tranvía con la calzada, lo que impedirá la intrusión de vehículos en la misma.
El flujo peatonal para cruzar la avenida de Jaume I y las vías del tranvía se canalizará con 25 pasos de cebra, que serán pintados en atención a los puntos de desembarque de los modernos trenes y de los autobuses que pasan por la zona.
Las obras pretenden poner fin al urbanismo degradado junto a los paseos marítimos, aunque los vecinos preferirían que trenes y automóviles circularan bajo tierra.
Pese a todo, el trueque no soluciona la aspiración natural de acceder hasta el mar sin barreras.
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