La oposición retirará iniciativas en las Cortes para evitar las trabas del PP a su labor de control

Los grupos de la oposición de las Cortes Valencianas se manifestaron ayer 'hartos' de que el PP ponga continuas 'trabas' a su labor de control al Consell y anunciaron medidas para 'situar en el debate parlamentario cuestiones que están en la calle'. Los portavoces de los tres grupos estudiarán las posibilidades reglamentarias a su alcance, entre las que barajan la de retirar todas las preguntas e interpelaciones pendientes para poder decidir su propia 'agenda' de manera que los debates sean 'en tiempo real y no paleontológico'. En la señalada fecha del 25 d'Abril, los portavoces reivindicaron 'cierta rebeldía institucional' frente al 'abuso que el PP hace de su mayoría absoluta'.

Los portavoces del PSPV, Joaquim Puig, de EU, Joan Ribó, y del Grupo Mixto, Joan Francesc Peris, eligieron la mañana de ayer, en que las Cortes Valencianas celebraban el 25 d'Abril, aniversario de la Batalla de Almansa que supuso la pérdida de los fueros, para mostrar su preocupación por la 'salud' de la vida parlamentaria, que, en su opinión, 'no es buena'. El principal motivo de crítica se refiere a las 'constantes trabas y argucias' que -merced a su mayoría absoluta en el pleno y en los órganos de gobierno de la Cámara- pone el PP a la labor de control del Consell por parte de la oposición. Sobre todo en lo referente a las preguntas e interpelaciones dirigidas a los miembros del Ejecutivo, que ocupan la sesión vespertina de los plenos de los miércoles. Esta labor, que constituye uno de los principios fundamentales de todo sistema parlamentario, se hace imposible cuando el PP veta iniciativas de la oposición, o queda desnaturalizada cuando las retrasa hasta que pierden toda actualidad e interés.

Ejemplos de la situación que ayer denunciaron los portavoces de la oposición en las Cortes se dan a diario, porque hay miles de iniciativas pendientes, algunas desde hace casi dos años. Los órdenes del día de comisiones y plenos lo demuestran de forma palmaria: así, el pasado miércoles el Consell debía responder a una interpelación firmada el 7 de mayo de 2001 por el diputado socialista Francesc Colomer referida a la política del Ejecutivo sobre el apoyo a la artesanía y a los artesanos en la Comunidad Valenciana. Y contestar a una pregunta tramitada el 27 de agosto del año pasado por Ramon Cardona, de EU, que quería saber por qué la Consejería de Industria patrocinó un espectáculo de variedades durante las fiestas de Xodos. Estos retrasos generan debates marcianos, en los que, por ejemplo, se habla de las previsiones de un curso escolar cuando ya ha terminado.

'Iniciativas nuestras', dijo Joaquim Puig, 'son rechazadas sistemáticamente en la Junta de Portavoces', donde la mayoría absoluta permite al PP 'hacer la agenda de la oposición' e 'imponerle' la inclusión en el orden del día de los plenos de aquellas cuestiones que 'interesan' al Consell y dejar fuera las que le resultan 'molestas'. 'El Parlamento debería ser el centro de la vida pública y del debate político', añadió Puig, que hizo una llamada para mejorar la calidad y el funcionamiento de la Cámara.

Joan Ribó abundó en el asunto: 'Estamos profundamente molestos por las trabas continuas a iniciativas políticas de la oposición, por cómo se desnaturaliza el debate debido al retraso con que llegan al pleno'. Según Ribó, así 'se quebrantan los derechos constitucionales de los diputados'. 'La democracia está bajo mínimos en estas Cortes', sentenció. Por su parte, Peris consideró necesario que las Cortes 'acerquen el debate a lo que realmente interesa a los ciudadanos'.

Para lograr estos objetivos, los grupos de la oposición van a estudiar las posibilidades que ofrece el Reglamento de las Cortes. Una de ellas es retirar todas las preguntas e interpelaciones al Consell pendientes, para dejar el contador a cero y poder presentar nuevas iniciativas más cercanas a la actualidad y a sus intereses políticos.

Frente a esta postura de los portavoces de la oposición, y contra toda evidencia, el portavoz del PP, Alejandro Font de Mora, les acusó de pretender trasladar a la opinión pública una 'imagen falsa' del Parlamento. Font de Mora consideró 'absolutamente injustificadas' las quejas y adujo que el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, 'ha comparecido en más de 40 ocasiones' en esta legislatura, en la que 'se han sustanciado casi 17.000 preguntas parlamentarias, lo que demuestra que las Cortes están más activas que nunca'.

También Zaplana se refirió al asunto, para señalar la 'dudosa legitimidad democrática' de las valoraciones de la oposición y asegurar, en referencia a la época de los gobiernos socialistas, que 'antes lo que había era una opacidad absoluta' y las sesiones de control al Consell en las Cortes 'ni siquiera estaban reguladas'.