Aquel taranto, primo....

Anteanoche Rancapino recibió un premio, en la segunda y última jornada del 13º Festival Flamenco por Tarantos, que le ha dado el Ayuntamiento de Almería al cumplirse 10 años de su memorable interpretación, en este festival, de un taranto. Y volvió a hacer el cante, claro, que dedicó a Camarón: 'Va por tí, primo'. Y volvió a dejarnos estremecidos. Yo no sé si ahora lo hizo tan bien como entonces; sé que no se puede hacer mejor. Es el cante de Rancapino, en esos momentos de gracia que le acometen alguna vez y que le convierten en personificación mágica de lo jondo. Cuando juega con la voz, matiza, arriba y abajo, y al este, y al oeste... En momentos tales hasta su voz nos parece poderosa, emocionándose él mismo, rompiéndose cuando la tensión sube imparable. Éste es el cante sin paliativos, con todo su misterio y toda su verdad. Y no sólo en los tarantos. Por soleá, por malagueñas, por alegrías, por bulerías, Rancapino fue inapelable.

Había abierto la noche el madrileño Ricardo Losada El Yunque, quien también hizo buen cante. Su forma es la de un verdadero clásico, con conocimientos amplios del arte y una manera de decir plena de señorío, en que brilla una de las voces más hermosas del flamenco actual, a quien sin embargo le falta quizás un punto de emoción.

María Vargas se excedió en la medida. Cantó mucho y lo hizo todo demasiado largo. Su cálida voz, su buen entendimiento del cante, tuvieron no obstante ocasiones de lucimiento, apoyados en la guitarra generosa de Curro de Jerez.

Premio también para Alejandro Reyes, almeriense él, a quien el Ayuntamiento de su tierra agradeció lo bien que vende en Madrid a su tierra.