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Entrevista:CARLOS LATRE | Imitador en 'Crónicas marcianas' y 'Buenos días', de RNE

'Soy como una esponja: lo absorbo todo'

Todavía no se lo cree. En dos temporadas ha pasado de ser el becario de Crónicas marcianas a ser el extraterrestre más entrañable del programa de Tele 5. Él y su vasto ropero de personajes de variado pelaje -Raphael, la pitonisa Lola, Dinio, Torrente, Umbral...- se han convertido en auténticas celebridades. Como muchos de los grandes de la televisión, Carlos Latre, castellonense de 23 años, empezó en la radio, en Los 40 principales. Pero un día Javier Sardá lo descubrió haciendo monerías entre la prensa que cubría la presentación de un libro de Ricardo Bofill, hijo, y lo fichó. Actualmente compagina las noches televisivas con las mañanas de Radio Nacional. No lo parece, pero este imitador gamberro es un clásico. ¿Pueden creer que su móvil suena con el aria La donna é mobile, de la ópera Rigoletto?

Pregunta. ¿De pequeño ya quería ser imitador?

Respuesta. No exactamente. Lo que quería era trabajar en la radio o en la televisión. Una de mis ilusiones era ser periodista o, mejor, corresponsal, y acabar una crónica diciendo 'Carlos Latre, no sé qué, Nueva York', porque siempre me imaginaba allí, mi ciudad favorita. Pero todo ha ido tan rápido que ni siquiera he empezado a estudiar periodismo.

P. Desvélenos su técnica.

R. No creo que la tenga. Es más bien facilidad para imitar. Soy como una esponja: lo absorbo todo.

P. ¿Y después?

R. Archivo la voz en mi cabeza y la modulo hasta que consigo copiarla. Le explicaré uno de mis trucos: suelo fijarme sobre todo en las eses. La pronunciación de esta letra es básica para las imitaciones y, en parte, el modo como se emite define a una persona.

P. ¿Perdón?

R. Sí, verá. La s de Dinio no es igual que la s del Rey o la s de Boris Izaguirre .

P. ¿El travestismo es su máxima aportación al género?

R. No lo sé, la verdad.

P. Pero, ¿necesita disfrazarse?

R. Lo que necesito es gesticular. En la radio gesticulo como en la televisión. Es algo involuntario.

P. ¿Los políticos se le resisten?

R. Qué va. Lo que sucede es que en Crónicas no tocamos la política. Tengo guardadas unas 190 voces, entre las que hay de todo.

P. ¿Qué tal se lleva con sus últimas creaciones, Pepe Navarro y Rosa de Operación Triunfo?

R. El otro día recibí una llamada muy simpática de Pepe. Me saludó con un 'Hola: soy Carlos Latre'. Luego me dijo que la imitación le parecía fantástica. Fue un detalle bonito. El de Rosa es un personaje muy agradecido, tiene chispa, y a ella le encanta.

P. Para trabajar, ¿prefiere la radio o la televisión?

R. La radio es magia. Sueño con pilotar mi propio espacio dentro de unos años. Lo que no tiene la radio, sin embargo, es la trascendencia de la televisión. En la tele, en un día te haces famoso: te ven dos millones de personas y esos dos se lo cuentan a otros cuatro.

P. ¿Cómo encaja las críticas a Crónicas de practicar el 'todo por la audiencia'?

R. La crítica más importante es el público. Son dos millones de personas que cada noche se lo pasan bien. Ése es uno de los alicientes: sentir que uno está ayudando a que mucha gente olvide sus problemas, aunque sea por un rato.

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