Protagonista de un crimen real

La policía de Los Ángeles cree haber resuelto, al fin, uno de los crímenes más sonados de Hollywood. La investigación ha durado un año y ha sido intensa y compleja: los detectives han viajado por más de 20 Estados, han interrogado a 150 testigos, han seguido más de 150 pistas y disponen de casi un millar de pruebas.

El desenlace ocurrió el jueves por la noche. El actor Robert Blake, conocido por la película A sangre fría y la serie Baretta, fue detenido bajo una acusación de asesinato en circunstancias especiales y dos acusaciones de instigación al asesinato. Blake, de 68 años, puede ser condenado a muerte si se prueba que el 4 de mayo de 2001 mató a su esposa de un disparo en la cabeza.

El asesino de ficción en 'A sangre fría' puede ser ahora condenado a muerte en Los Ángeles

El matrimonio de Robert Blake y Bonny Lee Baker, de 44 años, fue breve e infeliz. Se conocieron en 1999 en un club nocturno de Los Ángeles y poco después ella quedó embarazada. Durante meses hubo dudas sobre el padre. La propia Bonny Lee decía ignorarlo: podía ser de Blake o podía ser de Christian Brando, hijo de Marlon, condenado por homicidio involuntario en 1990. Cuando nació la niña, Bonny Lee se inclinaba por el segundo. 'Voy a heredar parte de la fortuna de Marlon Brando', se pavoneó ante una amiga. Bonny Lee era conocida por su interés en cazar a alguna celebridad de Hollywood.

Nunca estuvo claro, sin embargo, que la mujer hubiera llegado a conocer a Brando. Una prueba de ADN demostró que el padre era Robert Blake, y éste 'se sintió obligado a casarse', según Harland Braun, abogado del actor. La boda se celebró en noviembre de 2000.

Pocos meses después, el 4 de mayo de 2001, la pareja cenó en Vitello's, un restaurante de Los Ángeles. Cuando salieron, la mujer recibió un disparo en la cabeza y murió al instante. Según la versión del actor, él regresó un momento al interior del restaurante para recoger un revólver que había olvidado. Lo llevaba encima, dijo, para proteger a su esposa, amenazada por desconocidos desde hacía semanas. Cuando salió encontró muerta a Bonny Lee. Pidió a un camarero que llamara a la policía, que a su llegada le encontró esperando en el aparcamiento, muy nervioso y presa de vómitos.

El dueño del restaurante explicó a la policía que había visto a Robert Blake volver al restaurante, y que no había pistola alguna en su mesa. 'Parecía muy alterado, bebió dos vasos de agua y volvió a salir', testificó. Al día siguiente se supo que Bonny Lee había confesado a su familia que tenía miedo de Blake y les aseguró que si le ocurría algo él sería el culpable. Ese mismo día se encontró, en un cubo de basura, el arma del crimen, una pistola alemana de la Segunda Guerra Mundial. Y Robert Blake es coleccionista de armas.

La policía de Los Ángeles inició una meticulosa investigación. El capitán del departamento, Jim Tatreau, no quería que se repitiera el fiasco de O. J. Simpson, absuelto por falta de pruebas en 1995. Ahora Tatreau ha decidido que tiene suficiente material para asegurar la condena de Blake, por asesinato y por instigación al asesinato, ya que trató de contratar, sin éxito, a un asesino a sueldo. 'Creemos que el motivo fue que Robert Blake despreciaba a Bonny Baker, y se sentía atrapado en un matrimonio que no le interesaba en absoluto', ha declarado el policía. 'Blake quería a la niña, pero no a la esposa, por eso hizo lo que hizo', opinó Cary Goldstein, abogado de la familia de la víctima. 'El auténtico asesino sigue libre', aseguró el abogado de Blake. Y añadió: 'Todo el que conoció a Bonny Lee Baker tenía un motivo para matarla'.

La pequeña Rosie quedó al cuidado de una hija mayor de Blake cuando el actor fue detenido, esposado y trasladado a un hospital penitenciario de Los Ángeles 'para evitar que su fama provocara conflictos con los presos'. La detención fue transmitida en directo por el programa de Larry King, un espacio estelar de CNN.

Robert Blake comenzó a trabajar como actor a los tres años. Afirma que sus padres estaban 'locos' y le torturaban. Su carácter difícil impidió que su carrera alcanzara grandes alturas. Pese a su formidable interpretación de un asesino en A sangre fría, obtuvo la fama gracias a la serie Baretta, en la que interpretaba a un policía duro y excéntrico que tenía una cacatúa llamada Fred. En los años ochenta sufrió una grave crisis de alcoholismo. 'Estuve lo más cerca que puede estar un ser humano de meterse en la boca el cañón de un revólver y apretar el gatillo', explicó en una entrevista reciente.