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El nuevo túnel de la A-6 bajo Guadarrama estará listo tres años más tarde de lo previsto

El paso inferior, que será el tercero que atraviese la sierra, se abrirá en 2006

La autopista de peaje A-6 seguirá contando sólo con dos túneles bajo la sierra de Guadarrama. Por lo menos hasta 2006, a pesar de que el Ministerio de Fomento tenía previsto que se abriese el tercero en 2003. Los trámites administrativos para construir el nuevo túnel -que conectará las dos vertientes de la sierra y que discurrirá en paralelo junto a los dos construidos en los años sesenta- llevan una demora de casi tres años por cuestiones medioambientales. La concesionaria Iberpistas ganó el concurso en 1999, pero desde entonces sólo ha redactado el proyecto de la obra.

La idea original de Fomento era construir el tercer túnel antes de 2003 para reducir la congestión en los dos ya existentes y conectar directamente la A-6 en la vertiente madrileña con las dos nuevas autopistas de Ávila y Segovia.

Pero el Ministerio de Medio Ambiente aún no ha redactado la declaración de impacto ambiental de esta obra subterránea de tres kilómetros de longitud y no tiene previsto hacerlo hasta después del verano, según fuentes de la concesionaria. Y sin informe ambiental no pueden comenzar las obras, por lo que, en el mejor de los casos, los trabajos del nuevo túnel se iniciarían a mediados de 2003 o finales de 2004. Estarían acabados dos años después.

Además, tanto las Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid como la de Castilla y León han puesto pegas al proyecto. El Gobierno regional madrileño, por ejemplo, considera inasumible el impacto medioambiental del túnel, dadas las miles de toneladas de escombros y tierras que generarán las máquinas que perforarán la sierra. 'Parece mentira', dicen fuentes de la concesionaria, 'que Madrid ponga tantos peros a esta obra, y que en el caso del túnel del tren de alta velocidad a Valladolid, que es doble y que tiene casi 30 kilómetros de longitud, no haya presentado pegas'.

A este obstáculo se añade otro: los Gobiernos regionales de Madrid y Castilla y León quieren declarar toda la sierra de Guadarrama parque nacional. Cuentan con el apoyo de los movimientos ecologistas, que se oponen frontalmente a las nuevas infraestructuras.

Pero las demoras del futuro túnel no son las únicas. Los tramos anteriores de la autopista, que permitirán dotar de cuatro carriles a la carretera de A Coruña entre Las Rozas y Villalba y de tres entre Villalba y la entrada del túnel, también acumulan retrasos. En estos casos, la obligación de someter la ampliación de las carretera a una declaración de impacto ambiental han retrasado otro año más los trabajos, que no estarán acabados hasta 2004.

Un real decreto ley de 2000 que adaptaba una directiva de la Unión Europea obligó a someter la ampliación de los carriles de las autopistas a declaración de impacto. Hasta ese momento, las ampliaciones no tenían que someterse a este trámite administrativo, por lo que el inicio de los trabajos volvió a retrasarse cuando ya estaba todo preparado para comenzar los trabajos.

Las vicisitudes administrativas a que se halla sometida la nueva autovía no acaban aquí. Iberpistas había ofrecido al Ministerio de Fomento construir una variante gratuita en torno al municipio de Guadarrama para los camiones que bajan del puerto de El León. A cambio, reclamaban que los vehículos que atraviesan este término municipal a través de la A-6, y que no pagan peaje actualmente a pesar de que utilizan durante ocho kilómetros la autopista privada, lo abonaran. 'Pero el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón se negó. Consideran que esta medida no es popular y la han bloqueado', indican las fuentes consultadas.

Nuevo sistema de pago

La concesionaria anuncia también que, a partir de septiembre de 2003, los conductores de los vehículos que pasen por la remozada autopista de peaje podrán pagar sin bajarse del coche. En esa fecha tienen previsto poner en marcha el denominado peaje dinámico, un sistema de pago que incluye la colocación de un dispositivo adhesivo en los parabrisas de los coches (TAG), que se activa al pasar bajo los arcos detectores instalados en las salidas o entradas de la autopista, lo que evita que el usuario tenga que parar para abonar el peaje. Actualmente, la Unión Europea está trabajando en un proyecto que estará acabado en septiembre del año próximo, y que será adoptado por la concesionaria. A diferencia de los sistemas actuales -existentes ya en las autopistas del País Vasco y Cataluña y que obligan a reducir a 30 kilómetros la velocidad de los vehículos para que el dispositivo funcione-, el nuevo sistema permitirá que los coches no tengan que reducir en ningún momento su velocidad, lo que acortará las colas para pagar.

Los concesionarios de la A-6 anuncian que este sistema también será operativo en las cuatro nuevas autopistas de peaje radiales de Madrid.

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