Erotismo y virilidad

Para Guillermo Pérez Villalta todo es creación. La separación entre ocio y trabajo se diluye hasta desvanecerse. Atar los machos, la exposición que presenta en la sala Rivadavia de Cádiz, es buena prueba de ello. Pérez Villalta (Tarifa, Cádiz, 1948), miembro de la Nueva Figuración Madrileña de los ochenta, muestra por primera vez sus dibujos eróticos sobre la masculinidad. En estas obras, el artista da rienda suelta a sus fantasías sexuales y, a la vez, reivindica la belleza del hombre, lo que él llama 'homosexualidad viril'.

Una treintena de dibujos, todos grafito sobre papel, constituyen el cuerpo central de la exposición que también presenta dos pinturas; una instalación con fotografías sobre piezas de arte erótico, que Pérez Villalta ha ido tomando en sus viajes por Italia desde 1980, y su colección de superhéroes. Un centenar de estos pequeños muñecos, algunos de ellos pintados por el artista, aparecen amontonados en una vitrina y aportan la nota kitsch a la exposición.

A pesar de que los dibujos nacieron como un ejercicio íntimo, líneas simples sin apenas sombreados destinados más a excitar la libido del espectador que a ser expuestos, Pérez Villalta no puede evitar ser un esteta. La composición y la calidad de estas obras, realizadas entre 1982 y 2002, es indiscutible. Parejas gays y penes gigantes que adquieren vida propia pueblan los papeles que el artista, Premio Nacional de Artes Plásticas en 1985, ha decidido sacar de su estudio.

'En la Historia del Arte siempre se representa la homosexualidad apolínea, casi femenina; pero apenas hay referencias de la otra estética más viril que yo reivindico desde mis obras. La verdad es que es una muestra claramente explícita sobre el tema', comenta Pérez Villalta que prefiere el término artífice para referirse a sí mismo.

La mayoría de los dibujos son ejercicios para aliviar la tensión creadora. La exposición, acompañada de un catálogo con textos del mismo artista, está producida por la Diputación de Cádiz y el Ayuntamiento de La Línea de la Concepción, donde se mostrará también. 'La verdad es que Atar los machos tiene un punto de travesura. Para mí es importante como persona que el público se familiarice con una estética de la homosexualidad basada en la masculinidad', añade Pérez Villalta que ha dejado alcayatas al descubierto en sus refugios de Madrid, Tarifa y Sevilla.