'No puedo llegar en mejor momento; el Bellas Artes es un caramelo'

Menos de 24 horas después de su designación como nuevo director del Museo de Bellas Artes de Bilbao, Javier Viar se presentaba ayer a la entrevista con la emoción contenida y asegurando que había dormido perfectamente y no había parado de atender llamadas durante toda la mañana.

Pregunta. ¿Cómo llega un farmacéutico al mundo del arte?

Respuesta. En mi vida han ido paralelas las dos cosas. Era familiarmente inevitable que estudiara Farmacia y siempre me ha gustado escribir. Pero quizá la pasión más grande de mi vida ha sido el cine. Y luego, las artes plásticas.

P. Su principal interés ha sido la pintura.

R. Sobre todo, la pintura vasca. Empecé a dedicarme a la pintura por mi amistad con el escultor Vicente Larrea, quien me alentó a que escribiera las cosas de las que hablábamos en su taller y en los de otros artistas. Esto fue en 1972 y desde entonces escribo de arte.

'Ahora, con Miguel Zugaza en el Prado, la relación entre museos va a ser fluida y fértil'

P. ¿Cuál va a ser su intervención en el Museo de Bellas Artes de Bilbao?

R. La labor fundamental está hecha y lo que hay que hacer es conservar y potenciar. En un porcentaje altísimo, mi gestión lógicamente tiene que ser de continuidad. No puedo llegar en mejor momento; el museo es un caramelo.

P. ¿Su dedicación al arte vasco influirá en la pinacoteca?

R. El museo tiene unas características muy particulares. Una, desde luego, es que es el custodio de la más importante colección de arte vasco. Ahí hay un territorio en el que seguir creciendo. Efectivamente, hay que fomentar el arte vasco a través de tres vías: la colección, la divulgación a través de exposiciones y la investigación. Quedan todavía muchas monografías sobre artistas vascos que están sin hacer.

P. ¿Quizá va a tender más a abrirlo a Europa?

R. También, pero en España aún quedan vías por abrir, aunque sí está abierta y bien la relación con los museos importantes de Madrid y con las personalidades del arte allí que siempre han apoyado al Bellas Artes. Ahora, con Miguel Zugaza en el Prado, la relación lógicamente va a ser fluida y fértil.

P. Este nombramiento supone para usted el reconocimiento de una labor callada durante muchos años.

R. Es bueno alternar. Hay momentos en los que tienes que hacer eso que se llama travesía del desierto. Yo me considero protagonista cuando escribo poesía y novela, pero en arte, el protagonismo lo tienen los artistas.

P. ¿Cómo es su relación con las instituciones [Gobierno vasco, Diputación de Vizcaya y Ayuntamiento de Bilbao], patronos del museo?

R. Muy buena. Tengo una relación fluida y de entendimiento absoluto. Y espero que con los patronos privados del museo mi relación sea igual. El desarrollo de este proyecto es conjunto. No veo como oposición la existencia de patronos de distinta naturaleza, ni tampoco a los subdirectores y personal que trabaja en las distintas áreas del museo. A mí en este momento me toca dar la cara, pero el trabajo y la decisión debe ser colegiada.

P. El Bellas Artes siempre se ha conocido como el museo de Bilbao. ¿Le está quitando ese puesto el Guggenheim?

R. En absoluto. El Guggenheim cumple la labor de ser un museo muy espectacular y lo compagina con exposiciones notables, pero el Bellas Artes tiene otros territorios.

P. ¿Seguirá potenciando esa condición de museo de Bilbao?

R. Me encantaría que el Museo de Bellas Artes tuviese una implantación poderosa y muy abierta y que todo colectivo bilbaíno tenga una estrecha relación con él.

P. El museo inicia su trayectoria como fundación...

R. Eso es una novedad y un experimento fantástico que lo hace muy sugestivo, aparte de que proporciona más posibilidades económicas y más sensibilidad en las relaciones porque cada patrono puede abrir caminos.

P. ¿Ha soñado con alguna compra?

R. El museo posee piezas maravillosas, pero sí tiene grandes sectores de la historia del arte sin cubrir. La colección del museo se ha hecho sobre piezas importantes más que sobre movimientos o autores. Eso es importante seguirlo manteniendo porque te permite adquirir obra de gran peso.

P. ¿Podría ser más concreto?

R. Me encantaría que el museo tuviese una representación del pop británico.