La mejor carrera del mundo
Januchi (2h 5m 38s) bate su récord, Tergat lo roza y Gebreselassie (2h 6m 35s) es tercero
La mejor carrera del mundo. Apenas quedaban dudas, pero Londres terminó ayer de subir al Everest del maratón. El fabuloso etíope Haile Gebreselassie, el día que debutaba en los 42,195 kilómetros, sólo pudo ser tercero pese a efectuar una espléndida marca: 2h 6m 35s, la sexta mejor de la historia. Hacer ese tiempo y no ganar ya dice bastante. El atleta que lo consiguió todo en la pista no resistió en los últimos kilómetros el ataque del estadounidense de origen marroquí Jalid Januchi, que batió por cuatro segundos su propio récord mundial, logrado el 24 de octubre de 1999 en Chicago (2h 5m 42s).
Januchi, un especialista desde 1997, aún era marroquí cuando consiguió su primera plusmarca y no cambió de nacionalidad hasta el 2 de mayo de 2000. Despreciado en su país, emigró a Estados Unidos, se casó allí y se inició en las pruebas en carretera. Su ajetreada vida la ha traspasado a su carrera deportiva, marcada por la irregularidad. Aún tiene que demostrar su categoría en las grandes competiciones, como los Juegos Olímpicos y los Campeonatos del Mundo. Los papeles y las lesiones también le han perjudicado. No pudo ir a Sydney 2000 por problemas físicos y abandonó en Edmonton 2001. Precisamente antes del maratón de Londres dijo que era la primera vez que llegaba a una carrera de primavera en forma.
Gebreselassie incluso fue superado por su gran rival, Paul Tergat, al que había derrotado siempre en la pista. El keniano fue segundo, como tantas veces, pero con una mejoría significativa en su tercer maratón. Ya posee la segunda marca de todos los tiempos y el futuro aún es suyo a sus 32 años, como lo es de Gebreselassie, que cumplirá los 30 -los que tiene Januchi hasta diciembre-, el jueves.
El triunfo del plusmarquista mundial confirmó una vez más que el maratón es una prueba demasiado diferente. El paso de la pista al asfalto siempre son palabras mayores y las estrellas no se salvan. Gebreselassie aguantó hasta el kilómetro 35, en el que todo se decide habitualmente, pero no desde el 40, donde el recordman atacó. Había ido agazapado primero en el grupo de los favoritos y marcó ya a veces el ritmo junto al etíope desde el 33, cuando los tres grandes se quedaron solos, con Tergat siempre detrás.
El estadounidense nacido en Meknés sabía que atacar de lejos era su única posibilidad de ganar ante dos hombres más rápidos y recién salidos de la pista. Fue, además, el remate para batir su récord mundial. Casi toda la carrera la pasó con tiempos inferiores a los de 1999, por lo que la plusmarca siempre estuvo en sus pies. Si no arañó unos segundos más fue por su temor a ser alcanzado. Hasta tres veces se giró para ver por dónde tenía a sus rivales. Temía el contraataque de Tergat y, especialmente, el de Gebreselassie, mucho más rápido. Pero, como había dicho un médico etíope, su compatriota notaría los dos últimos kilómetros. Y los notó, pero hizo la mejor marca de la historia para un debutante, la que que tenía el keniano Osoro Ondoro, con 2h 6m 55s, desde 1998 en Chicago.
A su vez, la británica Paula Radcliffe, la atleta del correr angustioso con sus movimientos de cabeza, también debutó con el mejor tiempo. Pero ella incluso ganó la prueba femenina. Con el gran mérito añadido de hacer sola prácticamente toda la segunda mitad, asombró quedando, con 2h 18m 56s, a tan sólo ocho segundos del récord mundial.
Clasificación: 1. Jalid Januchi (EE UU), 2h 5m 38s (récord mundial). 2. Paul Tergat (Kenia), 2h 5m 48s. 3. Haile Gebreselassie (Etiopía), 2h 6m 35s. 4. Abdelkader el Mouaziz (Marruecos), 2h 6m 52s (tenía 2h 7m 11s como mejor marca). 5. Ian Syster (Suráfrica), 2h 7m 6s (2h 13m 30s). 6. Stefano Baldini (Italia), 2h 7m 29s (2h 7m 57s). 7. Antonio Pinto (Portugal), 2h 9m 10s.
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