'Marbella debe ser la gran ciudad de la imagen'

P. El próximo gobierno tendrá que lidiar con la deuda y con empresarios que han firmado convenios urbanísticos que perderán validez.

R. Hemos hablado ya con muchísimos inversores. Están tranquilos, porque saben que el futuro es mejor que el presente. Nadie les va a pedir que paguen cantidades por detrás, y saben que van a obtener beneficios, como saben que parte de sus beneficios tiene que revertir en la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos. Son las reglas del juego. El problema es que con Gil no había reglas del juego. A los inversores les tranquiliza saber que si empiezan a construir no va a venir ningún juez a pararles la obra.

P. La Junta de Andalucía ha advertido que los convenios ilegales no van a recibir ninguna compensación.

R. Sí, pero la respuesta no se puede quedar en decir 'usted no tiene nada'. Hay que decir: 'este convenio no sirve, vamos a sentarnos y a ver qué es lo que responde a la legalidad y cuáles son los beneficios que usted va a obtener'.

P. Marbella ha crecido demasiado para pensar en una vuelta al pasado. ¿Cuál debe ser el nuevo modelo?

R. Nosotros proponemos que se convierta en una ciudad líder del turismo mundial con la referencia del marco mediterráneo. Para eso es imprescindible un urbanismo sostenible, pero también un perfil cultural que nunca hemos tenido. Y ya que siempre se nos ha relacionado con la imagen, Marbella debe aspirar a ser una gran ciudad de la imagen con un espacio para exposiciones y ferias y un gran centro de negocios para las grandes empresas del sector. Impulsemos el turismo de élite, pero vinculado a estas alternativas. No se trata de rechazar lo que ha hecho famosa a Marbella, pero además de la gente del cine o del espectáculo, que vengan los grandes hombres y mujeres de negocios del mundo.

P. ¿Tiene algún modelo?

R. En el plano cultural miramos a Berlín y Nueva York, y en turismo tenemos que mirar a Cannes y Mónaco, pero también a las ciudades americanas de la costa del Pacífico. También hay otros referentes turísticos como Bali. Hay muchas referencias, y con tanta experiencia no se explica cómo Gil se ha limitado a hacer cajas de cerillas muy altas.

P. Y para finalizar, un aspecto de la sentencia del Supremo con el que quizá no estén de acuerdo: la absolución de la mayor parte de los acusados.

R. Bueno, nosotros los denunciamos porque siempre hemos estado persuadidos de que había razones más que sobradas, y también hemos pensado que había razones para condenarlos. Sin embargo aceptamos al completo el fallo. Creo que se han dado fundamentos de derecho para excluir a estas personas de esa resolución y, en cualquier caso, nos alegramos por ellos.