Promesas rotas
Los analistas desconfían de la capacidad de Ericsson para cumplir sus objetivos financieros
Ericsson AB, el mayor fabricante de quipos de redes de telefonía móvil, no conseguirá los objetivos financieros fijados para este año a no ser que ponga a la venta más activos (como la división de fabricación de chips, la de fibra óptica o la de cobre) y recorte hasta 10.000 puestos de trabajo, un 12% de la plantilla actual. Al menos ésta es la opinión de inversores y analistas.
La empresa sueca prometió un cash flow positivo y un beneficio operativo del 5% en 2002, tras haber registrado unas pérdidas de 21.300 millones de coronas (2.365 millones de euros) el año pasado, los primeros números rojos cosechados por la compañía en más de medio siglo.
Kurt Hellstroem, responsable ejecutivo de la multinacional, recortó la plantilla un 20% el año pasado y ligó las bonificaciones de los ejecutivos al volumen de ingresos generados para recuperar la rentabilidad de la compañía. Pero eso no es suficiente, afirman los inversores, porque las ventas continúan disminuyendo.
'Tendrán que adoptar más medidas', señala Britta Unterberg, que gestiona 100.000 millones de euros para DWS Investment. 'En las circunstancias actuales, será difícil para las empresas cumplir sus promesas'.
Ericsson no quiere realizar declaraciones sobre el posible recorte de la plantilla o sobre la venta de más divisiones. 'Lo que hemos dicho es que continuaremos estudiando la organización', afirma Ase Lindskog, portavoz de Ericsson.
'No pueden permitirse una nueva decepción', opina Jan Otto Holm, que gestiona unos activos de 3.500 millones en Kaupthing Bank.
Ericsson anuciará resultados correspondientes al primer trimestre el próximo día 22. La empresa prevé una facturación de 40.000 millones de coronas y unas pérdidas antes de impuestos de 545 millones de euros en los tres primeros meses.
El año pasado, las telefónicas europeas comenzaron a retrasar el gasto en antenas y conmutadores de transmisión de llamadas de móviles para centrarse en la reducción de la deuda de 375.000 millones de euros que amasaron en el año 2000.
Ericsson adoptará 'más medidas' si las ventas caen más de un 10% este año, manifestó Helltroem ante la junta de accionistas que la empresa celebró el 27 de marzo. La compañía aún tiene que aumentar la cifra de pedidos, afirmó el responsable del grupo ante 2.000 inversores.
Con la caída de los pedidos y el retraso de pagos por parte de los clientes, Ericsson decidió emitir bonos para ingresar 2.840 millones de euros el año pasado, poder pagar parte de la deuda y desarrollar nuevos productos.
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