Bonificadas al borde de la extinción
Audasa emite obligaciones con ventajas fiscales por 1.200 millones de euros
Las obligaciones bonificadas regresan ofreciendo el rendimiento financiero-fiscal más elevado para activos solventes. Títulos con los que el público podrá desgravarse el 24% en el impuesto sobre la renta. El mercado español de bonificadas se ha reducido a 1.214 millones de euros después de que la Unión Europea prohibiera su emisión a las compañías eléctricas.
En estos momentos sólo existen 12 emisiones de obligaciones bonificadas en circulación, por un importe global de 1.214 millones de euros
Diez emisiones, nueve de ellas de concesionarias de autopistas, cotizan ahora en el mercado electrónico de renta fija
Las obligaciones bonificadas constituyen un mercado en aparente extinción en España. En estos momentos sólo existen 12 emisiones en circulación, por un importe global de 1.214 millones de euros (201.992 millones de pesetas). Once corresponden a empresas concesionarias de autopistas y otra a la anterior Hidroeléctrica Española (Hidrola). La mayoría de estas emisiones se lanzaron en la segunda mitad de los años noventa.
Autopistas del Atlántico (Audasa) ha decidido avivar el fuego que parece apagarse en este mercado. Se dispone a emitir obligaciones bonificadas por importe de 180 millones de euros (29.949 millones de pesetas). La operación se encuentra pendiente de la autorización de la Dirección General de Tributos y la Comisión Nacional del Mercado de Valores, aunque se prevé su emisión en un breve espacio de tiempo.
El próximo año, otra concesionaria también perteneciente al grupo Empresa Nacional de Autopistas (ENA) lanzará otra apelación a los mercados para financiarse en términos similares.
Las obligaciones bonificadas pertenecen a la prehistoria de los mercados financieros españoles. Las concesionarias de autopistas y las empresas eléctricas recibieron el privilegio de poder endeudarse mediante esta figura financiera.
La característica principal de estos títulos es que al inversor se le retiene sólo el 1,2% de los rendimientos que cobra. Sin embargo, a la hora de realizar su declaración se deduce el 24%, como si hubiera pagado toda la retención en su momento. Ese 24% era la retención que existía en los años ochenta para los intereses del capital mobiliario. No ha cambiado desde entonces, no ha bajado al 18% como marca la legislación tributaria actual.
La bonificación fiscal, única en activos financieros españoles, convierte a estas obligaciones en un apetecido bombón para los inversores. En el caso de la emisión de Autopistas del Atlántico, los títulos se lanzan con un cupón del 4,25%. Teniendo en cuenta la retención del 1,2% sobre los rendimientos y la deducción en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) del 24%, la rentabilidad financiero-fiscal de este activo puede llegar a elevarse hasta el 6,15% en el caso de inversores con tipo impositivo máximo, del 48%.
Solvencia total
'Ésta es una operación singular, mediante la cual el inversor puede llegar a alcanzar un elevado rendimiento gracias a la bonificación fiscal. Se trata de un activo muy interesante, porque son títulos de una total solvencia, con una calificación de triple A por parte de la agencia Moody's', asegura Roberto Higuera, director general financiero del Banco Popular, una de las 30 instituciones financieras, la mayoría cajas de ahorros, que participarán en la colocación y aseguramiento de la operación.
El favorable tratamiento tributario para el inversor constituye una prerrogativa que los Gobiernos han brindado a las empresas constructoras de autopistas. La ventaja fiscal permite al emisor financiarse a unos costes más bajos. Emite las obligaciones a tipos menores que los que marca la renta fija en cada plazo. Esta circunstancia explica el hecho de que Audasa lance sus títulos al mercado con un cupón del 4,25% en el plazo de 10 años, cuando las obligaciones del Estado, los activos más seguros para un inversor, cotizan en estos momentos al 4,30%.
Las empresas eléctricas, perjudicadas por la moratoria nuclear, gozaron también del privilegio de emitir obligaciones de esta naturaleza. Años después, la Unión Europea eliminó esta ventaja, por razones de competencia, entre las suministradoras de energía eléctrica de los distintos países.
En la actualidad, 10 emisiones, nueve de ellas de concesionarias de autopistas, cotizan en el mercado electrónico de renta fija. Otras dos más recientes fijan precio en el mercado secundario de renta fija privada (AIAF).
Las entidades que participarán en la emisión de Audasa colocarán las obligaciones entre el público.
Los inversores institucionales (fondos de inversión y compañías de seguros) también pueden beneficiarse de las ventajas tributarias. Aunque de otro modo: los rendimientos de los títulos no están sometidos a retención y la deducción en el impuesto de sociedades es del 22,8%.
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