La policía desarticula 16 redes de tráfico de inmigrantes marroquíes

El Cuerpo Nacional de Policía ha desarticulado 16 redes de inmigración ilegal y detenido a 17 personas, de ellas 12 en Ceuta (10 españoles, un marroquí y un sueco de origen iraquí), que introdujeron en España en el último año a más de 2.000 inmigrantes marroquíes, a los que cobraban 3.000 euros por cabeza, según informó la Dirección General de la Policía. La investigación se inició a finales de 2000.

Los detenidos de la organización operaban desde el propio puerto ceutí, lugar en el que se inició la vigilancia policial, al detectar que una de las organizaciones operaba desde la estación marítima, donde uno de sus responsables tenía una agencia de viajes.

La Delegación del Gobierno de Ceuta y la Dirección General de la Policía en Madrid informaron que en la operación, que ha contado con el apoyo en las investigaciones de la Brigada Central de Redes de Inmigración de Algeciras y Torremolinos, se han desmantelado 16 redes operativas, de ellas 12 de apoyo y cuatro principales que se dedicaban a efectuar el traslado de los inmigrantes irregulares. Una de las redes estaba compuesta únicamente por familiares: los padres, dos hijas, los yernos y el hermano de la madre y su esposa.

Estas redes operaban de manera coordinada y se complementaban entre sí, ya que mientras algunos captaban a sus víctimas, sobre todo en Marruecos, otros les ayudaban a entrar en Ceuta, donde disponían de una red de viviendas de seguridad para ocultar a los inmigrantes mientras esperaban el momento oportuno para trasladarlos a la Península.

Habitáculos preparados

Para la última parte de este proceso también existían contactos, que contaban para ello con documentación falsa o trasladaban a los inmigrantes en habitáculos preparados en furgonetas o automóviles particulares que realizaban la ruta de Marruecos desde distintos países de Europa. Una vez en la otra orilla del Estrecho, en España, los magrebíes eran distribuidos a sus puntos de destino, intercambiándose a los marroquíes como si fueran mercancía.

Las indagaciones policiales dieron fruto en noviembre pasado, cuando se detuvo al propietario de una vivienda de Ceuta en la que se ocultaban ocho inmigrantes, a otros cinco que transportaban en un vehículo a un inmigrante marroquí y al propietario de una vivienda que escondía a cinco más.

La operación concluyó el pasado 8 de abril con la detención de 15 personas, de ellas tres inmigrantes marroquíes, interviniéndose joyas por valor de 36.000 euros, 3.000 euros en metálico, varios aparatos de telefonía móvil y documentación relacionada con la falsificación de pasaportes, tarjetas de embarque y de billetes de transporte.

Asimismo, se arrestó a dos personas, tras el registro de varios domicilios, a las que se les intervinieron cinco pistolas y un revólver simulado.

Todos los detenidos hasta ahora han pasado a disposición judicial, mientras que la policía mantiene abierta la operación contra la organización, que podría haber introducido en España a unos 2.000 inmigrantes ilegales marroquíes, a quienes cobraba 3.000 euros (500.000 pesetas) a cada uno por este servicio.