La tasa de crecimiento económico de Jaén se sitúa en el 5,2%, según el Atlas Socioeconómico de la provincia

La tasa de crecimiento económico de Jaén se ha situado en los últimos años en un 5,2%, dos puntos por encima de la media nacional, según el Atlas Socioeconómico de la provincia elaborado por la Sociedad de Estudios Socioeconómicos de Andalucía (Eseca) por encargo de la Diputación y la caja de ahorros La General de Granada.

El presidente de la Diputación, Felipe López, y el de la caja, Antonio Claret García, presentaron ayer este estudio y destacaron que la economía de Jaén todavía no está en la media de los parámetros andaluces y nacionales, pero que va 'por buen camino'.

La publicación recoge 283 indicadores a escala local de los 96 municipios jienenses. Se resalta que la renta familiar per cápita ha crecido un 42% en el periodo 1991-1998.

El sector fundamental para la economía provincial sigue siendo la agricultura, pero también están apareciendo núcleos industriales alrededor de ejes como Linares, la capital o La Carolina. En estas tres localidades sólo el 6% de la población se dedica a la agricultura. En el lado opuesto se sitúan 57 municipios, en los que más de la mitad de la población se encuadra laboralmente en el sector agrario.

Claret García, tras analizar los datos, destacó que la provincia progresa de forma 'equilibrada y adecuada', aunque también puso de manifiesto la necesidad de que se vayan configurando industrias relacionadas con el potente sector agrario que tiene Jaén. La combinación de ambas actividades, destacó, sería el punto de equilibrio adecuado.

El sector servicios es esencial en tres ciudades jiennenses: Jaén, Úbeda y Linares. En estas poblaciones más de la mitad de la actividad económica está relacionada con este sector.

El informe subraya que la población se concentra en las zonas con mayor desarrollo económico, como son la capital, Linares, Andújar, Úbeda, Martos y Alcalá la Real. Estos municipios, todos más de 20.000 habitantes, agrupan a más de la mitad de la población total de la provincia. En estas zonas hay más de 100 habitantes por kilómetro cuadrado, mientras que en las zonas más deprimidas, las sierras, la densidad baja hasta los 40 habitantes por kilómetro cuadrado.

El análisis demográfico indica que se ha producido un desequilibrio generacional, produciéndose un envejecimiento progresivo de la población, lo que dificulta, en las zonas en que es más pronunciado, la promoción de actividades económicas.

El presidente de Diputación destacó que la provincia parte de una situación económica muy débil producto del abandono que padeció en varias décadas de mediados del siglo pasado. Sin embargo, aseguró que ahora se encuentra en una 'senda de prosperidad y progreso' y resaltó la necesidad de centrarse más 'en las oportunidades' que en las dificultades que todavía se soportan.