La búsqueda de candidato a la alcaldía recrudece las tensiones internas en el PSOE de Málaga

La secretaria general de los socialistas malagueños, Marisa Bustinduy, intenta casi a la desesperada evitar que la búsqueda de candidato a la alcaldía de la capital desencadene una nueva guerra interna en el seno de la organización. Ayer convocó con urgencia a los 12 secretarios de agrupaciones con el propósito de reconducir el proceso de diálogo y apurar las pocas posibilidades que parecen quedar ya de evitar unas elecciones primarias, y para llamar al orden a los cuatro que ya han prestado su adhesión al actual portavoz municipal, Francisco Oliva.

La recogida de firmas que Oliva inició el jueves para ser avalado como candidato a las elecciones primarias, antes de que la ejecutiva federal apruebe el calendario y el procedimiento de éstas ha desatado ya algunas tormentas. Uno de los firmantes, el secretario la agrupación de Carretera de Cádiz y actual concejal, Francisco Triguero, ha sido desautorizado por el comité de la asamblea, y el lunes se reunirá con carácter extraordinario para retirarle su confianza.

Para Bustinduy, las firmas dadas a Oliva son 'una falta de respeto absoluto con los planes y que el partido se había marcado'. Recordó que aún no se ha agotado el plazo que se dieron los secretarios de agrupaciones para intentar consensuar el nombre del candidato. 'Tenemos que seguir haciendo el trabajo. Si la mayoría dice que hay que ir a las primarias, pues bien, pero lo que no puede ser es que tres arrastren a 12, no puede ser que el que más tirones pegue y el que peor se porte sea el premiado', dijo la secretaria general. Reconoció que es legítimo que cada uno tenga su candidato, y que 'para eso hemos creado las primarias, pero cuando llegue el momento'.

Pero en el entorno de Oliva existe el convencimiento de que lo que la ejecutiva provincial persigue es situar a cualquier candidato 'con tal de que no sea Oliva'. 'No es que busquen a alguien mejor, sino a alguien más controlable por el aparato', explicó uno de los partidarios del actual portavoz.

La negativa de la consejera de Economía y Hacienda, Magdalena Álvarez, a encabezar la candidatura socialista a la alcaldía de Málaga ha dejado abonado el terreno para esta nueva disputa interna.

Casi más irritación que el paso adelante dado por Oliva ha causado en la dirección provincial que uno de los firmantes sea José Asenjo, por su condición de miembro de la ejecutiva federal, ya que ésta aún no ha abierto el plazo para las primarias. Asenjo, además, fue el primer dirigente en advertir en la necesidad de alcanzar un acuerdo sobre el candidato, en el último comité director de los socialistas, para no dar al traste con las buenas expectativas electorales en la capital malagueña.

Asenjo explicó ayer que, una vez que Álvarez ha declinado la candidatura, y 'como no hay nadie claramente mejor, es lógico que Oliva aspire a ser candidato y no parece que tengan sentido las primarias'. El ex secretario provincial se quejó de la actitud que la ejecutiva ha tenido con el grupo municipal que dirige Oliva, y al que curiosamente también pertenece Bustinduy, al que dijo que 'ha ninguneado'. 'La dirección ha dividido más que ha sumado', concluyó.

Mientras, la aspirante preferida por la dirección provincial, Ana Gómez, aún mantiene la incógnita de si se presentará o no a las posibles primarias. Ayer se limitó a considerar una 'deslealtad' el gesto de Oliva 'porque hace cuatro días todos acordamos mantenernos a la expectativa de un posible nombre consensuado'.

Desde la ejecutiva regional del PSOE no se harán valoraciones públicas ni recomendaciones de lo que está ocurriendo en Málaga. Un portavoz aseguró que la dirección no apuesta por ningún aspirante y que se mantendrá neutral en el proceso. 'El candidato será el que elija en su momento la agrupación de Málaga, bien mediante el consenso de todos o a través de las elecciones primarias', apostilló.