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Reportaje:

Romería bajo la lluvia

El mal tiempo mermó la participación de miles de alicantinos en la popular peregrinación a la Santa Faz

La lluvia modificó parcialmente la típica estampa religioso-costumbrista que envuelve la ciudad de Alicante cada tercer jueves después de la dominica in albis: los paraguas y los impermeables protegieron de las precipitaciones a la riada humana que, cada año, ataviada con blusón, pañuelo y caña con rama de romero, recorre, a pie, los siete kilometros que separan la concatedral de San Nicolás del monasterio de la Santa Faz.

Las adversas condiciones metereológicas mermaron ayer la afluencia de alicantinos a la popular romería a la Santa Faz, donde se conserva uno de los pliegues del sudario con el que, según la tradición, la Verónica secó el rostro de Cristo en su camino al monte Calvario. Según fuentes municipales, entre 80.000 y 100.000 personas, un 40% menos que el año precedente, participaron en la Peregrina, como popularmente se conoce a esta romería, una manifestación religiosa no exenta de matices costumbristas y lúdicos.

La menor participación de romeros conllevó un descenso en el número de incidentes. A primeras horas de la tarde, la Cruz Roja y los equipos de Protección Civil habían efectuado unos 150 servicios, la mayoría relacionadas con lesiones leves y cefaleas. El ambiente fresco que reinó durante toda la jornada redujo las lipotimias, comunes en ediciones calurosas.

Oficialmente, la romería partió a las 8 de la mañana de la concatedral de San Nicolás, dividida en dos comitivas: la religiosa, presidida por el obispo de Orihuela-Alicante, Victorio Oliver, y la cívica. En este segundo bloque se integraron los inumerables cargos públicos que no quieren ser ajenos a esta arraiga tradición alicantina, entre ellos, el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, arropado por una amplia representación de su Gobierno, y el secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla.

Tras completar el itinerario, primero a través de las empinadas calles del casco histórico y, a continuación, sobre el asfalto de la N-332, los romeros llegaron al monasterio. Allí, se ofició la santa misa. Luego se sacó del camerín la sagrada reliquia, objeto del fervor de los peregrinos.

Tras la veneración del sudario, los romeros emprendieron el camino de regreso. La lluvia redujo este año el pulular de gentes por los alrededores del monasterio, y sólo los más decididos disfrutaron de una jornada campestre y dieron cuenta de las características viandas, o sea, los bocadillos de tortillas, el conejo con tomate, la coca y las habas tiernas.

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Miles de alicantinos, ayer durante la peregrinación a la Santa Faz.
Miles de alicantinos, ayer durante la peregrinación a la Santa Faz.PEP GARCIA

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