Condenado a 20 años por matar a su novia a puñaladas

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 20 años de cárcel a un hombre que, en noviembre de 1999, mató a puñaladas a su novia, quien minutos antes le había echado de la vivienda que compartían en la capital para zanjar la discusión que habían iniciado.

Así lo acuerda en una sentencia que condena a Mustapha A., de 33 años, a la citada pena como autor de un delito de asesinato con la agravante de parentesco. El tribunal establece en la resolución, dictada tras el veredicto de culpabilidad emitido por un jurado popular, que el acusado debe indemnizar a los familiares de la víctima con 120.202 euros.

Los hechos ocurrieron sobre la una de la tarde del 6 de noviembre de 1999, cuando el procesado discutió con su novia R. E., con la que convivía en la calle de Irlanda, y que lo echó de la casa. El tribunal declaró probado que cuando el acusado se encontraba fuera de la vivienda 'colocó su pie' para impedir que su compañera sentimental cerrase la puerta, 'tratando de volver a entrar', pero 'R. E. empujaba la puerta con la pretensión de cerrarla'. Así, de manera inesperada y muy rápida el acusado sacó una navaja y se la clavó tres veces seguidas'.

Herida en el corazón

La mujer resultó con heridas en la mama derecha, en el costado y en el corazón, 'siendo esta última la que causó su muerte poco después'. Según explica la sentencia, contra la que cabe recurso, acto seguido el acusado, quien era novio de la fallecida desde hacía más de cuatro años, huyó del lugar 'poniéndose a salvo'. La sentencia añade que el jurado se basó en la declaración en el juicio de la hermana de la víctima que estaba presente cuando sucedieron los hechos y relató que su hermana 'no vio el cuchillo'. 'Estas manifestaciones de la testigo presencial fueron consideradas como la prueba irrefutable de que el procesado buscó el momento en que su novia estaba desprevenida para atacarla', añade. En el juicio, el acusado afirmó que él no era el culpable de este asesinato y añadió que no la apuñaló ni le hizo daño, ya que 'la quería mucho'.