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Zucchero triunfa con su 'blues' de sabor mediterráneo

El cantante presentará 'Shake', en el que colabora John L. Hooker, en España en junio

Diego A. Manrique

El cantante italiano Zucchero acaba de editar el disco más rotundo de su carrera, Shake. Adelmo Forniaciari (Roncocesi, 1955) viajó a Estados Unidos para buscar inspiración y colaboradores como John Lee Hooker. El resultado es una candente combinación de blues, soul, funk, techno y disco, un magma individualizado por una sensibilidad muy italiana. En junio, se acercará a presentarlo en directo por España.

Hay algo que le sorprende a Zucchero: 'En la mayor parte de los países europeos me prefieren cantando en italiano, pero en España funciono mejor cuando grabo en inglés'. Tranquilo, mejor no intentar entender a un país donde ocurren aberraciones como Operación Triunfo. 'Yo uso varios idiomas, pero finalmente soy un tipo italiano marcado por la música negra. No, no tengo una explicación para ese misterio: en Nápoles y Reggia Emilia, de donde yo vengo, hay una afinidad por lo afroamericano y solemos hablar de similitudes geográficas y vitales, pero la razón exacta se nos escapa. Soy un bluesman que nació en la patria de Verdi y eso es todo'.

Desde los años ochenta, Zucchero ha protagonizado las más insólitas colaboraciones, de Miles Davis a B. B. King. No es un mero intento de ampliar mercados, asegura: 'Recuerdo haber contratado a Joe Cocker cuando estaba en las peores épocas, con la oposición de la gente que llevaba mis asuntos. Actuábamos en un estadio de Nápoles, salió a cantar With a little help from my friends... y se cayó redondo al pegar el primer grito: se había pasado el día bebiendo cerveza. Tuve que repetir mi repertorio, uno no deja plantado a miles de napolitanos. Pero es uno de mis ídolos y le perdono todo'.

Orígenes del 'blues' rural

En Shake, Zucchero tuvo la fortuna de contar con una de las últimas sesiones de grabación de John Lee Hooker: 'Costó localizarle, pero se presentó en el estudio como un rey octogenario, vestido impecable, en una limusina con dos mujeres hermosas. Estuvo tres horas cantando los versos que yo había escrito y ¡cada vez lo hizo diferente! Fue un privilegio estar con un hombre que conectaba con los orígenes del blues rural'.

Gusta Zucchero de escenificar sus historias y es irresistible la narración de cómo convenció a Pavarotti para que grabara con él: ' Terminamos llevando el estudio a su casa. Nos ofreció una comida increíble... y descubrimos que los tenores sólo funcionan cuando tienen muy claro dónde cantar. Me convertí en su director: le pellizcaba el brazo cuando debía empezar, le pisaba el pie cuando quería que parara'.

Zucchero ya está planificando la continuación de Shake. 'Quiero seguir fiel a mis raíces pero usando programaciones, pinchadiscos, sampleados. No alteran lo esencial y conectan con el público más joven'. Sin embargo, no entrará a grabar hasta el próximo año: 'Hasta diciembre, tengo un calendario repleto, a razón de tres días de trabajo y uno de descanso. Estoy en la oficina de Roger Forrester, que fue manager de Eric Clapton, y dice que soy el artista más trabajador que ha conocido. La realidad es que la inactividad me crea zozobra y me acerco a la depresión. También es cierto que entonces suelo recurrir a Puccini y compañía; entonces, se me ocurren algunas de mis mejores melodías. Senza una donna, que es mi mayor éxito, nació cuando me estaba separando de mi primera mujer. Yo no quería editarlo y me convencieron. Económicamente, me garantiza la jubilación, pero me fastidia que en España y otros lugares sigan creyendo que soy otro baladista italiano más'.

El cantante italiano Zucchero.
El cantante italiano Zucchero.GORKA LEJARCEGI

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