Selección de fútbol

Hay un refrán que, más o menos, viene a decir 'que no se puede comer la liebre antes de cazarla', y algo parecido nos está pasando en lo referente a la selección española de fútbol ante la disputa, este verano, del Campeonato Mundial.

Y digo esto porque me asombran las declaraciones que leo y escucho de bastantes jugadores, así como las del propio seleccionador. Es evidente que todos queremos lo mejor para nuestra selección, y no digamos nada la alegría que nos llevaríamos si consiguiésemos ganar la Copa del Mundo, pero a estas alturas debemos tener los pies en el suelo y saber las posibilidades reales que tenemos, y de acuerdo al juego desplegado en estos últimos meses no podemos ser muy optimistas. Es notable el cabreo que supusieron las manifestaciones del jugador holandés De Boer en las que decía que España, según su estado actual, no pasará de cuartos de final; todos se echaron encima diciendo que qué sabrá éste de fútbol. Es decir, que esperan como poco llegar a semifinales. ¿Se darán cuenta que no todo depende de lo que ganan en sus respectivos clubs, sino de más cosas?