La victoria popular de 1996 se basó en el voto de varones y empleados fijos
La conquista del voto de centro derecha, de las mujeres, de los prejubilados y jubilados, de los diplomados, arquitectos e ingenieros técnicos, de los asalariados interinos y de aquellos que aportan el mayor nivel de ingresos al hogar fue la asignatura pendiente del PP en su ajustada victoria en los comicios generales de 1996. Así lo revela el estudio La función del voto local: el caso de las elecciones generales de 1996, editado por el Instituto de Estudios Almerienses (IEA) y firmado por el profesor de la Universidad de Granada José Luis Sáez Lozano. El estudio se circunscribe sólo al comportamiento electoral en la ciudad de Almería.
Las variables utilizadas para llevar a cabo este trabajo sobre la función de voto de los almerienses en las generales del 3 de marzo de 1996 proceden de la selección de 111 entrevistados del estudio número 2.210 realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) tras los comicios. A la pregunta de por qué el PP superó al PSOE en estas elecciones se constata en primer lugar la elevada fidelidad de sus votantes, a los que asigna una formación de bachiller superior o formación profesional II frente a la formación del electorado socialista: bachiller elemental o formación profesional I.
Centro-centro
Sáez Lozano sitúa en segundo término la confianza depositada en el PP de aquellos electores que se autocalificaron de 'centro-centro'. Se añade además la elevada esperanza de voto que encontró el PP entre las personas cuya edad oscilaba entre los 45 y 54 años. El estudio sitúa como cuarto factor el hecho de que 'entre los que no aportan la mayor fuente de ingresos al hogar, las expectativas de voto del partido de Aznar superaban a las del PSOE en más de un 9%'. A esto se suma el hecho de que los asalariados fijos fueron más fieles que los empresarios y los profesionales dependientes de un salario, que los hombres renovaron su confianza en el PP y que los que trabajaban en el momento de las elecciones votaron mayoritariamente al PP. El estudio también concluye que, comparativamente, electores cuya actividad se centraba en servicios de hostelería, domésticos, personales, seguridad, agricultura, pesca, ganadería, caza, extracción mineral, construcción, transportes y similares, evidenciaron una mayor fidelidad al PP que al PSOE.
Dentro del análisis de la influencia del tipo de empresa en función del voto de los almerienses, se observa que el PP superó en probabilidad electoral a las restantes opciones políticas: en el segmento de la Administración Pública los populares aventajaron al PSOE en casi un 3%; sin embargo, en el servicio doméstico, esta diferencia a favor del partido que ahora gobierna se eleva hasta el 12%.
La publicación de Sáez Lozano por el IEA -organismo de la Diputación de Almería- fue editada hace escasamente dos meses pero incluye un diseño de estrategia electoral para las elecciones de marzo de 2000 ideado para el PP.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.