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Las grandes obras del Gobierno, a baja velocidad

Las nuevas líneas del AVE, las autopistas de Madrid y la ampliación de Barajas acumulan retrasos e incrementan sus costes previstos

Tres de las infraestructuras más importantes encargadas por el Ministerio de Fomento llevan retraso. El AVE llegará a Barcelona en 2004, y no este año como preveía el ministerio en 1997. La nueva circunvalación de Madrid (M-50) y sus cuatro radiales de peaje tampoco estarán listas en 2002, a pesar de que así lo establecían los pliegos de condiciones de los concursos por los que se adjudicaron. Las obras de la nueva terminal de Barajas van sin embargo a buen ritmo después de que su construcción comenzara dos años después de lo previsto. Fomento tampoco acierta con los costes. Cuando en 1997 se adjudicó el proyecto de la nueva terminal, su construcción se valoró en 180 millones de euros. Cuatro años después, el estudio de arquitectos que ganó ese concurso tasa su precio en 680 millones. Lo mismo ocurre con el tramo sureste de la M-50 y las radiales R3 (Arganda del Rey) y R5 (Navalcarnero) cuyo presupuesto se ha disparado por encima de los 720 millones de euros en los que se adjudicó.

Los trabajos iniciales del AVE entre Córdoba y Málaga suponen el 70% del coste estimado
La terminal de Barajas, valorada en 180.000.000 de euros, se adjudicó por 541.000.000 en 1999

Éste es el estado en el que se encuentran estas infraestructuras:

- Alta velocidad. Desde que el último Gobierno del PSOE adjudicara las primeras obras del AVE a Barcelona han pasado ya siete años. Con la llegada del PP al poder, el anterior ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, se apresuró a ratificar los plazos previstos por los socialistas -2002 hasta Barcelona y 2004 hasta Francia-, pero en 1997 retrasos en los proyectos obligaron al Gobierno a posponer la inversión de 60.000 millones de pesetas prevista para ese año. Las últimas previsiones estiman que al línea Madrid-Lleida estará lista a finales de este año y que habrá que esperar a 2004 para que llegue hasta Barcelona. Todo indica que el primer plazo podrá cumplirse, ya que la práctica totalidad de la vía hasta Lleida está terminada, a falta sólo de las obras de catenaria y señalización y de los accesos a las estaciones de Madrid y Zaragoza. Entre Lleida y Barcelona todo es más incierto. Las obras llegan hasta Martorell (a 25 kilómetros de Barcelona) pero a partir de ahí todo son trámites administrativos. Fomento y los ayuntamientos afectados pactaron en octubre pasado la entrada del tren en Barcelona, pero el proyecto aún debe atravesar todo su periplo burocrático antes de que se ponga la primera traviesa, y lo mismo pasa con lo que queda de vía hasta Francia. El pasado 14 de marzo, el Gobierno dió por buena la fecha prevista para la entrega de los 32 trenes encargados a Talgo y a Siemens por 740 millones de euros (123.186 millones de pesetas), que tendrán que estar listos en septiembre y octubre de 2003.

El resto de líneas se puede decir que todavía están en pañales. El pasado 11 de marzo, José María Aznar presidió en Miraflores de la Sierra (Madrid) el acto de colocación de las primeras traviesas del futuro AVE a Valladolid, que no podrá inaugurarse en esta legislatura. Tal y como están los trabajos, Fomento calcula que los primeros trenes no llegarán a la capital castellano-leonesa por lo menos hasta 2005. Salvo un subtramo en las cercanías de Segovia, en los 125 kilómetros que separan Miraflores de Valdestillas (a pocos kilómetros de Valladolid) ya han comenzado los trabajos. Sin embargo, el tramo Madrid-Miraflores sólo existe sobre el papel, al igual que la entrada a Valladolid. Los tramos ya adjudicados suponen un desembolso de 1.332.930.000 euros, más de la mitad de los 2.404.048.417 euros en los que se estimó en principio el coste de toda la infraestructura.

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Las perspectivas presupuestarias son aún peores para el ramal que unirá Córdoba con Málaga.Los 127 kilómetros de plataforma ya adjudicados o licitados costarán 1.011.770.000 euros (unos 168.000 millones de pesetas), lo que representa el 70% de los 240.000 millones de pesetas en los que el diputado popular Manuel Atencia estimó el coste de la obra en septiembre pasado, teniendo en cuenta el resto de las inversiones (electrificación, raíles, señales...). Para llegar en AVE hasta Málaga habrá que esperar por lo menos hasta 2006. Las obras comenzaron el 27 de julio de 2001 y los trabajos se extienden desde Almodóvar del Río (Córdoba) hasta Cártama (cercanías de Málaga).

Del enlace Madrid-Levante, que se bifurca hacia Valencia y Albacete sólo están en redacción de proyecto 13 kilómetros de nueva vía entre Cuenca y Motilla de Palancar, y 45 del ramal norte de la línea (directo a Valencia). Los trenes podrán circular a 350 kilómetros hora sólo por ese ramal y por la bifurcación hacia el sur hasta Albacete. Desde ahí hasta Xátiva Fomento asegura que tiene casi acabadas las obras. En realidad sólo se han mejorado las viejas vías para poder alcanzar los 220 kilómetros por hora, que para la UE es ya velocidad AVE.

El ministro Francisco Álvarez Cascos inaugurará hoy en Santiago de Compostela las obras del llamado eje atlántico, aunque los alcaldes de Vigo y La Coruña aún no se han puesto de acuerdo sobre el trazado que debe seguir.

- Autopistas de peaje. Otra de las infraestructuras estrella de Fomento cuya ejecución está sufriendo retrasos es el conjunto de autopistas formado por la nueva circunvalación de Madrid (M-50) y las cuatro radiales de peaje. Las tres concesiones para la construcción y explotación de las radiales obligan a sus adjudicatarios a construir también un tramo de M-50 (libre de peaje) cada uno, que deben abrir antes que las de pago. Las cinco autopistas deberían estar terminadas este año, pero ninguna lo logrará.

La R3 (Arganda del Rey), la R5 (Navalcarnero) y el tramo suroeste de la M-50 tendrían que estar ya abiertos, según prescribía el pliego de condiciones del concurso de adjudicación. El pasado febrero se supo que las obras estaban prácticamente paralizadas por discrepancias entre sus socios sobre el coste real. En 1999 la adjudicataria Accesos de Madrid se comprometió a construir la obra por 720 millones de euros (unos 120.000 millones de pesetas), la más importante inversión privada en autopistas realizada en España. Fuentes cercanas a los accionistas aseguran que el presupuesto se ha disparado al alza, pero desde Accesos de Madrid se niegan a dar datos.

Tampoco se cumplirán los plazos previstos para la puesta en funcionamiento de la R-2 (Madrid-Guadalajara) y el tramo noreste de la M-50. Las condiciones del concurso estipulaban la apertura para el 30 de junio próximo, plazo que luego se prorrogó hasta octubre de este debido a las alegaciones del ayuntamiento de Azuqueca de Henares (Guadalajara). El 26 de febrero pasado, a falta de seis meses para esa fecha, todavía no habían comenzado las labores de asfaltado ni estaban terminadas las estructuras, como reflejan las fotos incluidas en la página web de la empresa concesionaria.

La R4 (Madrid-Ocaña) y la M-50 sureste también debían abrirse en junio próximo. Por ahora los costes de la construcción se mantienen en los términos pactados con Fomento, pero aún no han comenzado las obras. Hoy por hoy sólo se realizan trabajos preparatorios en la radial. El tramo de circunvalación empezará a construirse dentro de un mes. Todas estas circunstancias han obligado a Fomento a prorrogar los plazos de ejecución hasta diciembre de 2003.

- Nueva terminal de Barajas. En octubre de 1997 Fomento encargó al arquitecto británico Richard Rogers y al español Antonio Lamela el diseño de la nueva terminal del aeropuerto de Madrid. Entonces, Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) estimó que el coste de las obras entre los 180 y los 240 millones de euros (30.000 y 40.000 millones de pesetas) y calculó su puesta en funcionamiento para 2001. El proyecto definitivo debía haberse redactado en un año, pero Fomento decidió introducir nuevas mejoras. Como resultado, el aeropuerto triplicó su presupuesto, y el ministerio adjudicó las obras en 541 millones de euros (90.150 millones de pesetas) aunque el estudio Lamela (encargado de su supervisión) estima que costarán 680 millones. Las obras comenzaron en verano de 2000 y terminarán en agosto de 2003, dos años después de lo previsto.

Un plan que no pasó por las Cortes

El 24 de enero de 2000, en plena campaña electoral para las últimas elecciones generales, el presidente del Gobierno, José María Aznar, presentó el Plan de Infraestructuras 2000-2007 con el objetivo de 'lograr la convergencia real con los demás países de la UE'. El documento, que contiene todas las actuaciones programadas por Fomento, prevé para estos ocho años una inversión total de 115.000 millones de euros, de los que 33.000 provienen de fondos europeos y 21.000, de la financiación privada. El resto (61.000 millones de euros) corren de cuenta del Estado. La oposición lamenta que el plan no se haya debatido en el Parlamento. 'Ese plan arrastra un grave déficit democrático', asegura José Segura, portavoz del PSOE en la comisión de Infraestructuras del Congreso. 'El último Gobierno socialista aprobó en las Cortes su Plan Director de Infraestructuras y el actual ha hecho lo mismo con el Plan Hidrológico Nacional, ¿por qué no se actúa igual con éste?', se pregunta el diputado socialista. La portavoz de IU en la misma comisión, Presentación Urán, comparte esa misma queja. Los socialistas dudan de que sea posible realizar una inversión de ese calibre en ese período de tiempo aun contando con los fondos europeos. Urán, por su parte, recuerda que es muy posible que las ayudas comunitarias se acaben en cuanto se produzca la ampliación de la Unión Europea a los países del este (prevista para el bienio 2004-2005). El Plan de Infraestructuras 2000-2007 dedica 28.200 millones de euros a financiar las nuevas líneas AVE, entre las que se incluyen la que une Madrid con Barcelona y Francia; los enlaces con Málaga, Jaén, Granada, Cádiz y Huelva; los que unen la línea a Barcelona con Pamplona y Logroño; la conexión con Valladolid, Galicia y Asturias; y la línea que va de Madrid a Levante. En carreteras, el plan prevé aumentar la red de autovías y autopistas hasta los 13.000 kilómetros con una inversión de 20.000 millones de euros. Dentro de esa cantidad, el Gobierno incluye los 4.035 millones de capital privado que costarán las ocho autopistas de peaje que se prevé construir en este periodo. Socialistas e IU critican el creciente recurso a la financiación privada de autopistas peaje 'que en realidad pagarán los propios usuarios'. Urán asegura que se seguirá acudiendo a este sistema, ya que 'se ha aprobado por ley el déficit cero', dice, recordando la reciente aprobación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria. En aeropuertos las inversiones más importantes que prevé el plan son para Barajas, (1.800 millones de euros) y El Prat (1.500).

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