METTE-MARIT, CON MAL PIE

En lo que parece ser una persistencia de la mala suerte, Mette-Marit, la princesa heredera del trono de Noruega, ha debido pasar las celebraciones de Pascua sin poder moverse demasiado, con el pie derecho escayolado después de haberse producido la fractura del mismo en la casa de vacaciones que la familia real posee en Sikkisdalen, al norte de Oslo. En ese lugar, apropiado para esquiar, especialmente ahora que la primavera comenzó a insinuarse en los países nórdicos, se habían trasladado el príncipe Haakon, Mette-Marit, la princesa Märtha Louise y su prometido, el escritor Ari Behn, para pasar la Semana Santa cuando ocurrió el accidente que obligó al enyesamiento del pie en el hospital Central de Lillehammer, sin necesidad de intervención quirúrgica ni de internamiento. Wenche Rasch, portavoz de la Casa Real, confirmó a la agencia noruega de noticias NTB el accidente sin especificar detalles en cuanto a cómo se produjo, y agregando que debería mantener el yeso durante seis semanas, sin interrumpir las vacaciones aunque dejando sin efecto algunas de las actividades previstas por la princesa en ese periodo. No parece que se suspenda, sin embargo, la visita que a mediados de mayo próximo la pareja tiene programada a Alemania. Hace unos dos meses, al regreso de Haakon y su esposa de los Juegos Olímpicos de Salt Lake City, Estados Unidos, Mette-Marit debió ser hospitalizada a causa de una infección pulmonar contraída durante su estancia en aquel país. Todos esperan ahora que la mala suerte abandone a la princesa.