Cientos de manifestantes liberan a refugiados detenidos en Australia

Decenas de demandantes de asilo escaparon el viernes del polémico centro de detención de Woomera, al sur de Australia, durante una de las jornadas de manifestación convocadas por defensores de los derechos de los inmigrantes, a la que acudieron unas mil personas. Mientras la policía trataba de sofocar la manifestación, los inmigrantes consiguieron escapar a través de los barrotes del centro. La policía australiana arrestó ayer a 37 de los inmigrantes huidos y a 16 de los manifestantes que participaron en la revuelta.

La policía cree que unos ocho refugiados continúan fugados del centro de Woomera, que alberga a unos 400 inmigrantes, pero se desconoce cuántos lograron escapar. El pequeño pueblo de Woomera, aislado en el desierto de Australia del Sur, ha quedado acordonado por la policía.

Un portavoz de Nadie es Ilegal, una de las 20 organizaciones que convocaron la manifestación, declaró ayer que una mujer iraní que logró escapar del centro de detención está escondida en una tienda de campaña y rodeada por cientos de activistas para evitar su captura. 'Pedimos que se tramite su visado y que se la libere', explicó Andrea Maksimovic, una de las manifestantes.

Unos 1.700 demandantes de asilo, la mayoría afganos e iraquíes, están detenidos en varios centros del país. Australia acoge unos 10.000 refugiados cada año, pero desde 1994 encierra a los inmigrantes ilegales en campos de detención mientras sus expedientes se tramitan, lo que puede dilatarse durante meses y hasta años. La política de detención obligatoria ha sido criticada por organizaciones de derechos humanos y por ACNUR, que en los últimos meses ha denunciado la reclusión de menores en los campos de detención. Las protestas han sido constantes en los últimos meses en Woomera, donde decenas de detenidos se cosieron los labios durante una huelga de hambre y otros tantos trataron de suicidarse mediante la ingestión de champú.