Pergolesi, Ravel y Montsalvatge velan por lo clásico en Madrid

Cualquiera diría que esto es la gran espantada. Estos días de Semana Santa velan por el alma musical madrileña tres compositores sobre los demás: Giovanni Batista Pergolesi (Nápoles, 1710-1736), Maurice Ravel (Ciboure, 1875-París, 1937) y Xavier Montsalvatge (Barcelona, 1912). Del primero, Dúo Vocal y Piano interpreta su obra maestra, el Stabat Mater, hoy en el Centro Cultural de la Villa.

Es la pieza religiosa por excelencia de un genio que truncó su vida pronto, a los 26 años, la misma edad en que terminó esta composición para soprano, contratenor, cuerdas y órgano en su retiro en el monasterio de Franciscanos de Puzzuoli. Muchos creen que, de haber durado, la música habría escrito la historia de otra manera. Su importancia en el neoclasicismo, en Mozart y Haydn fue determinante.

Pero no es la única sesión relevante del ciclo del centro de la plaza de Colón. El sábado, el Trío Rivero-Gutiérrez-Moreno interpreta obras de Carissimi, Couperin, Purcell y Vivaldi.

Y, ya pasando al siglo XX, en el Teatro Real siguen las representaciones de Babel 46, de Xavier Montsalvatge, y L'enfant et les sortileges, de Ravel. Parece que la crítica ha quedado convencida de la valía de esa pieza extraña y arriesgada que Montsalvatge escribió en 1967 y que entonces no se supo apreciar. Tal es así que tuvieron que pasar 30 años para que se viera por primera vez en Cadaqués y Peralada. Estos días, justo cuando el músico catálán acaba de cumplir 90 años, el teatro de ópera madrileño le rinde homenaje con esta obra que dirigen Ros Marbá, en el foso musical, y Jorge Lavelli, artista muy querido en Madrid, en escena.

Ana Ibarra, Emilio Sánchez, Enrique Barquerizo, Francisco Vas, Mireia Pintó, Itxaro Mentxaka, Raquel Pierotti, Javier Franco, David Rubiera, Monica Bacelli y Ana Häsler componen los dos repartos.