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Entrevista:RUBÉN BARAJA | Centrocampista del Valencia | La jornada de Liga | FÚTBOL

'Pasé mucha angustia con la lesión'

Por culpa de las lesiones, el Valencia ha disfrutado en cuentagotas de su juego esta temporada: sólo ha participado en 12 partidos, de ahí que sea tan apreciado ahora en Mestalla. La grada ha entendido que Rubén Baraja, de 26 años, es un futbolista de los que imprime sentido y personalidad a su equipo, que mejora mucho con él en el campo.

Pregunta. ¿Por qué estuvo cinco meses, los de su lesión de rodilla, sin dar entrevistas?

Respuesta. Porque mi estado de ánimo no era el correcto. Cuando uno está mal, no le gusta que la gente lo sepa. Evitar las entrevistas suponía más tranquilidad y estar apartado del mundo del fútbol.

P. ¿Cómo se sintió?

R. Viví la angustia que supone no saber cuándo va a desaparecer ese dolor. Una angustia que no se la deseo a nadie. Preferiría de alguna manera haberme roto un tobillo, que sé que son cuatro o cinco meses. Porque no sabíamos el verdadero diagnóstico. Pensaba en todo lo que he tenido que currar para estar a este nivel, en un equipo tan potente como el Valencia, y que se podía esfumar. En fútbol, lo que has conseguido en muchos años, se te va de un plumazo en cuatro meses. Al final era una inflamación del ligamento lateral externo de la rodilla que no se me iba. Eso provocaba unos pinchazos, mucho dolor, y era imposible trabajar.

'La grandeza del fútbol son los esfuerzos que tiene que hacer la gente para ir a verlo'
'El año pasado jugué más de 60 partidos y la vida me ha dicho que eso no es normal'
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P. ¿Cómo llegará al Mundial?

R. Si voy, llegaré en teoría mejor que ahora por que tendré más ritmo.

P. ¿Cómo ve la competencia en el puesto de medio centro?

R. Difícil. Valerón, Sergio, Xavi, Guardiola, que puede llegar todavía. José Ignacio, Albelda...

P. ¿Qué selección le gusta?

R. Argentina, pero no sé si esa presión de ser favoritos claros les puede venir bien o mal. Tendrán mucha más presión que nosotros, aunque los argentinos son muy competitivos, nunca bajan los brazos.

P. ¿Cómo se ha puesto a tope tan rápido?

R. ¿Cree que estoy a tope? Uno no se puede fiar de eso, de un par de partidos buenos. Para estar en forma, tengo que tener una regularidad. Todavía no estoy bien físicamente.

P. Pero usted físicamente no es gran cosa.

R. ¿Pero entonces cuál es mi fuerte? Hombre, yo tengo que estar bien para estar ahí.

P. ¿Tiene problemas de sobrepeso?

R. No, ¿por qué?

P. Al parecer se cuida mucho en la alimentación.

R. Bueno, sí. Tras la lesión me he dado cuenta de que tengo que ir bastante ajustado con la comida, también para favorecer a la rodilla. No soy una persona gordita, pero sí ancha, ancho de espaldas y tengo que ir con mucho cuidado.

P. ¿La lesión le ha hecho más fuerte mentalmente?

R. El año pasado jugué un montón de partidos, más de 60, más de lo normal. Después llega la pretemporada y estoy seis meses lesionado. La vida me ha dicho que esos 60 partidos seguidos no era algo normal y me ha hecho disfrutar ahora más del juego. He ganado en tranquilidad y paz interior.

P. ¿En qué ha evolucionado su juego?

R. Hablo muchas veces con mi gente de esto, y creo que puedo dar un poco de equilibrio que necesita el equipo, tanto en defensa como en ataque. El año pasado también lo hacía, pero ahora me valoran más. El año pasado fue muy alto: debuté con la selección y jugué una final de Champions. Ahora estoy más adaptado a la ciudad y al club. Aquí la aclimatación es difícil, porque la presión es muy grande.

P. ¿Más que en el Atlético?

R. Sí, creo que sí. Porque yo vine después de que el equipo había jugado una final de Champions, y el futbolista que viene aquí, viene a dar el máximo. Después de pagar una cláusula de rescisión de 2.000 millones de pesetas, aquí hay que venir a demostrar. También es bueno que la gente sea tan exigente. Por ejemplo, en el partido del Arsenal, estábamos muertos, y la gente nos dio un puntito de más que nos permitió pasar a las semifinales.

P. Con este entrenador, Rafa Benítez, está muy enchufado, porque lo conoce de su etapa en el Valladolid.

R. Sí, yo lo conocía, pero debo ganármelo en cada partido.

P. ¿Cree que la crítica ha sido excesivamente dura con Benítez?

R. Creo que ha habido una desconfianza hacia su trabajo. Benítez no es un técnico con nombre. El nombre se lo puede dar el Valencia. Es un entrenador muy trabajador, muy disciplinado y muy exigente: sabe muy bien lo que quiere. Quizá no tenía al principio el crédito de Héctor Cúper. Pero es un gran reto: venir aquí y abrirte un hueco.

P. Usted llegó tieso a la final de la pasada Liga de Campeones en Milán.

R. Tampoco creo que fuera un partido malo, malo, malo. Si hubiéramos sido campeones de Europa, ¿me habría hecho esa pregunta? Ni se acordaría de cómo había jugado. Eso me lo decía a mí el día antes de la final Deschamps: 'Tú tranquilo, si ganas la Copa de Europa, da igual que le hayas dado 20 patadas al contrario, lo único que se va a recordar es que la ganaste'. Si hubiéramos estado todos bien, habríamos ganado la final con la gorra. No estuve al nivel que venía jugando, pero ... ¡Estamos hablando de una final de la Copa de Europa...! Es algo que nunca superas. Se intenta pasar, la vida sigue, pero en tu cabeza siempre está que a punto estuviste de ser campeón de Europa.

P. ¿Cómo se vive una final así?

R. Es muy bonito, pero no te das cuenta de lo que está sucediendo alrededor. Tú lo que quieres es jugar el partido y ganar y ya está, y cuanto antes, mejor. A mí, que me gusta hablar siempre de fútbol, le preguntaba a Deschamps: '¿Y tú qué sentías?'. 'Yo, los primeros 45 minutos, pensaba que me habían cortado las piernas y no podía correr', decía él. Luego vio el partido y se dio cuenta de que no se podía mover, pero no importó porque ganaron la final de la Copa de Europa . Es normal: en la primera Copa de Europa le pudo la presión. Cuando no estás acostumbrado, y eso que yo había jugado dos finales de Copa del Rey, pero nada tiene que ver. Con el tiempo nos daremos cuenta de lo que supone perder una final de la Copa de Europa.

P. Ese día, en Milán, acumuló muchas emociones.

R. El punto que más recuerdo fue cuando, en el campo, una hora y media antes del partido, yo sabía que toda mi familia estaba en el estadio, y toda la grada arriba de San Siro iba cantando el nombre de cada jugador cuando íbamos entrando, uno a uno. ¡Se nos ponía la piel de gallina! La ilusión que había por ganar la Copa nadie puede describirlo más que quien estaba dentro. Esa sensación es irrepetible. Esa es la grandeza del fútbol, los esfuerzos que tiene que hacer la gente para ir al fútbol. Yo sabía dónde estaban mis padres, porque los vi antes, según salíamos a la derecha nosotros, en la segunda fila de tribuna. Después del partido, vi llorar a mi madre, que me dijo: 'Lo que no has llorado tú, lo he llorado yo'.

P. Usted es un sentimental.

R. Me emociono por cualquier tontería, un simple beso, un abrazo, pero usted no me puede descubrir porque esa fama de tipo duro que tengo se me va a ir al carajo. Tengo fama de serio y se me va a ir de un plumazo.

P. Dentro del campo también tiene fama de duro.

R Por las tarjetas que me sacan, sí, pero estoy teniendo mala suerte con las tarjetas. Pero no, no creo que sea duro.

Rubén Baraja.
Rubén Baraja.JOSÉ JORDÁN

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