El Prat o Barajas, un dilema valenciano

Un valenciano, o un alicantino, o un castellonense, que tanto da,podrá en un futuro no muy lejano acercarse a la estación de trenes de su ciudad, facturar su equipaje con destino a Tokio, Buenos Aires o Moscú, y viajar cómodamente en un tren de alta velocidad directamente hasta el aeropuerto internacional más próximo, quizá El Prat, en Barcelona, o puede que Barajas, en Madrid. Es fácil que esta escena se haga realidad, pero también puede darse que no, si no se aclaran ahora las conexiones ferroviarias de alta velocidad con los aeropuertos estratégicos. Un debate, discutido a cientos de kilómetros, en los centros de poder tradicionales, en el que la Comunidad Valenciana tendría mucho que decir ya que son muchas las ventajas o los perjuicios que acarrean las distintas soluciones.

El aeropuerto de Manises, en decimocuarto lugar del ránking de aeródromos españoles en cuanto a número de viajeros, lo tiene difícil para internacionalizarse. De los 2.279.136 viajeros que movió en 2001 (un 2% más que en 2000) el 70% correspondió al tráfico doméstico. Su gran baza, un sueño de los empresarios, es crecer en mercancías: ahora se sitúa en octavo lugar del ránking, con 11.035 toneladas.

El de Alicante, en séptimo lugar de viajeros (5.988.435 usuarios, un 8% más que en 2000) y décimo de mercancías (7.907 toneladas) sigue potenciándose como aeropuerto turístico, con el 78% de sus viajeros correspondientes a vuelos internacionales. Y el de Castellón, empeño personal del presidente de la Diputación, Carlos Fabra, que ha recibido el visto bueno del Ministerio de Fomento pero que difícilmente recibirá un solo euro de las arcas del Estado, nacerá con la misma vocación de captar vuelos chárter que alimenten los proyectos urbanísticos del litoral.

Así las cosas, la movilidad mundial de los valencianos seguirá dependiendo de las conexiones de los dos grandes aeropuertos peninsulares. Y sólo las conexiones por ferrocarril de alta velocidad a esas infraestructuras pueden mejorar sustancialmente esa movilidad. Y aunque parece seguro que el enlace directo del AVE con el aeropuerto de El Prat acabará construyéndose, en Madrid las cosas no están claras.

'Nosotros apostamos por que el AVE Madrid-Valencia llegara a la capital por el norte para pasar por Barajas', explica Julio Gómez-Perretta, presidente del Foro Cívico Valenciano, uno de los colectivos ciudadanos que más presionaron para que el trazado del AVE fuera el directo por Cuenca. 'Pasar por el sur casi hasta Toledo dificulta notablemente la conexión aeroportuaria', explica, tanto con Barajas como por Camporreal, si finalmente se construyese el aeropuerto alternativo a Barajas. No obstante, Gómez-Perretta asegura que no van 'a tirar la toalla', ya que la conexión intermodal aeropuerto-ferrocarril de alta velocidad es una necesidad vital que 'acabará por caer'.

A su juicio, ésa es una de las claves del futuro de las comunicaciones. Y si Barcelona va a conseguir conectar su aeropuerto con la línea de AVE Madrid-Barcelona y la del Corredor Mediterráneo, es difícil pensar que Madrid renuncie a captar todos los viajeros potenciales de su área de influencia por una mala conexión de AVE. Entre las posibilidades que se barajan, en lo que se refiere a la Comunidad Valenciana, la más fácil es que el AVE llegue a Madrid para enlazar con Barajas después de pasar por Atocha o bien mediante una circunvalación. Desde el Foro Cívico piensan que las dos opciones son posibles y creen que la posible pérdida de tiempo no es, en este caso (sí en los viajes de ciudad a ciudad), sustancial. Según Gómez-Perretta, 10 o 20 minutos no son importantes cuando se viaja para conectar con un vuelo internacional o cuando vienen turistas europeos a pasar sus vacaciones al litoral valenciano.

'El problema en nuestro caso', explica este experto, 'es que se nos ha puesto a la cola de todo: el AVE Madrid-Valladolid va viento en popa, el ramal Córdoba-Malaga, lo mismo y la línea Madrid-Barcelona está clarísima: el problema es la financiación de nuestras líneas', en referencia al AVE a Madrid y el Corredor Mediterráno.

En esta situación, los expertos que más han apostado por el AVE ven el futuro desde distintas perspectivas. Mientras Gómez-Perretta confía en que se garantizarán ambas conexiones, Gregorio Martín, director del Instituto de Robótica de la Universidad de Valencia, ve claro que la conexión con El Prat está prácticamente garantizada para los pasajeros valencianos, pero duda mucho de que, mientras no haya una presión cívica y política desde la Comunidad Valenciana, pase lo mismo con el aeropuerto de Barajas. Y el empresario Federico Félix, presidente de la Fundación Pro AVE, cree más prioritario el enlace con Madrid. Pero todos saben de la importancia de las conexiones intermodales y esperan que la apuesta de los políticos valencianos sea decidida.