Eliseo Parra defiende el canto de los viejos frente al pop 'aburrido'

El amor de Eliseo Parra por la tradición musical hispánica no sabe de fronteras administrativas. Después de cantar en euskera con Alboka y producir el último disco de Oskorri, Vizcayatik bikaiara, este hijo predilecto de Sardón de Duero (Valladolid) ha recorrido toda la Península y las islas Canarias con su muy esperado nuevo disco en solitario, Viva quien sabe querer. 'Los señores y señoras mayores cantan de la leche. Nada que ver con el aburrimiento de esas cosas que pueden escucharse por la radio', afirma.

Parra, de 52 años y evidiable talante vitalista, logró con su anterior trabajo, Tribus hispanas (1998), el reconocimiento unánime como uno de los mejores folcloristas del país. Entre otras perlas, el disco incluía un ritmo de seguidilla, Van por el aire, que desde entonces aparece en todas las antologías de música popular española. Con todo, su autor huye de la autocomplacencia. 'Aquel álbum se concibió en el estudio, resulta algo frío y ahora suena muy distinto sobre el escenario'. Y añade: 'Viva quien sabe querer quiere ser el caso contrario. He huido del trabajo con sonido perfecto pero sin alma. Prefiero cierto aire festivo, impuro: recuperar la música como algo útil y ameno, un elemento que sirve para comer, beber y bailar'.

Viva quien sabe querer, décima entrega del vallisoletano, incluye desde un baile sanabrés a una habanera en catalán, una polka majorera, un homenaje al dulzainero segoviano Agapito Marazuela o un delicioso canto al mes de mayo recogido en Valdetorres del Jarama (Madrid). 'Son músicas riquísimas, desde un punto de vista rítmico, melódico o literario, aunque vivamos en un país donde despreciar lo que tenemos forme parte del carácter nacional', protesta Eliseo. 'En cualquier caso, dentro de cien años seguirán escuchándose estos cantos, algo que no sucederá en el caso de A tu lado me siento seguro'.

Parra, que comenzó como cantante y batería de rock, grabó su primer disco en 1971. Ahora prefiere empuñar percusiones como el almirez o el pandero cuadrado. 'Es difícil hacer pop cuando ya han existido los Beatles, o dedicarse a la salsa a sabiendas de que los músicos cubanos lo hacen mejor que tú', reflexiona. Y concluye: 'Me dedico al folclor porque creo que es lo que debo hacer. El modo de vida moderna lleva poco tiempo aplicándose, y no olvidemos que hay mucho descontento'.