El desencanto de la memoria

La trayectoria profesional de Erich Lessing (Viena, 1923) queda bien reflejada en esta muestra, síntesis de 50 años de trabajo de un fotógrafo que bien puede servir de arquetipo de toda de una generación de autores que, a mediados del pasado siglo, suscribieron un compromiso personal -ético- con el medio, con la sana intención de cambiar la sociedad a golpe de foto, si bien, posteriormente, no sin una sobredosis de escepticismo, abandonaron esta idea y apuntaron hacia otros territorios (en el caso de Lessing, lo hizo hacia la reconstrucción visual histórica -publicó unos cuarenta libros: Imagino Austria o la historia de Austria, La Biblia, Viaje a Ulises, La historia de los Países Bajos, entre otros-, o composiciones alegóricas sobre referentes culturales como Copérnico, Pascal, Isaac Newton, Beethoven, Schubert, Proust...).

Estas últimas son imágenes pertenecientes a la serie denominada Evocaciones, que manifiestan un cierto desencanto de la memoria de quien -o quienes- vivieron como testigos directos los vertiginosos avatares de esa época.

Para la valoración de su obra y los usos alternativos que hizo de ella hay que tener presente su trayectoria; Lessing trabajo como fotógrafo en la Armada inglesa, después para la agencia de prensa Associated Press hasta que en 1951 ingresó en Magnum como miembro de número, también fue colaborador de publicaciones internacionales como Life, Paris Match, Heute, Picture Post o Quick.

A partir de aquí abandonó el fotoperiodismo puro y duro, transformándolo en ilustración, como hicieron muchos de sus colegas.

Pero Lessing no almacena de forma aleatoria el material memoria propio de su alternancia de estilos, sino que estructura un sistema. Las 130 fotos que conforman esta exposición, seleccionadas entre las más de 30.000 tomas de su archivo (www.lesing-photo.com), se clasifican temáticamente en siete apartados: Austria, la posguerra en Europa oriental y occidental, la revolución húngara (1956), políticos y conferencias, devoción en Europa oriental, el cine y los artistas.

En esta colección queda patente que es un autor obsesionado por contar historias -el texto es una premisaesencial en su forma de trabajo-, cuyos registros ya forman parte de la memoria colectiva: como los de personajes tan diversos como el canciller Konrad Adenauer, el primer ministro francés Schuman,Eisenhower, Charles de Gaulle, Kriuchkov,Tito, Willy Brandt, Churchill, Nuréiev, Stan Laurel, Julie Andrews, Marcel Marceau o Karajan... Todos ellos realizados con la espontaneidad que marca la lejanía de un estudio.

'Soy un fotógrafo para

quien los textos son importantes. La mayoría de los fotógrafos no desean texto alguno. Insisten que sus fotos deben de expresarse por sí mismas. No soy ambicioso en lo concerniente a la expresividad de la foto, pero sí en lo relativo a hacer fotos narrativas', dice Lessing.

Una interesante recopilación de la obra de este autor clave para entender un periodo singular de la historia del medio.

La muestra actualmentecontinúa su itinerancia por León, después por Santiago de Compostela y diversas ciudades de Andalucía hasta fin de año.